Desempeñar el cargo de subdirectora médica fue un correr infinito de conocer a los equipos de adultos, de aprender a hablar el lenguaje de ellos, de evitar que nuestros funcionarios siguieran pasando momentos complejos en otros hospitales. Buscar estrategias de atención no solo a los pacientes con COVID, sino también a miles de personas de todas las edades que requerían de nuestro trabajo. Sentir día a día como el cansancio y la desesperanza se apoderaba de los que veían que ya habían pasado meses del incendio y aún no podían regresar al hospital, de conocer los complejos detalles de todo lo que significaba la reconstrucción, de agregar cada día nuevas dificultades y más y más requerimientos de todos. Ello permitía ver con una mirada distinta la realidad del equipo pediátrico con el que siempre he trabajado. Me mostraba también mis deficiencias y muchas oportunidades de mejora. Después de un año y ocho meses, solicité al Director, regresar a tomar el timón que había dejado el 1 de marzo de 2021. Al regresar al Servicio de Pediatría lo hacía con la convicción de que si una relación es honesta, puede superarlo todo. Era perentorio organizar instancias de reencuentro y de re-conocimiento. Era necesario unirnos y ver que los problemas, los desafíos y las limitaciones, no dejan de existir, pero podemos lograr que dejen de ocupar todo el espacio y cedan lugar a la alegría, la generosidad y la pasión de hacer cosas nuevas, cada vez mejores. Enestosmeses, hemosorganizadovarias instancias de trabajo con todos los estamentos y hemos logrado establecer algunos lineamientos en base a dos preguntas claves: ¿Quiénes somos hoy?, ¿Cómo soñamos nuestro servicio de pediatría?. La responsabilidad, el compromiso con el niño y la familia que confía en nosotros, la acuciosidad en la información, la estrictez en los criterios clínicos, son características tradicionales del equipo pediátrico sanborjino-arriarán, que invito a seguir cultivando en la labor diaria. Se ha repetido en varias instancias que es necesario fortalecer el trabajo en equipo, no es difícil y es fundamental. Hemos definido en conjunto los siguientes ejes estratégicos en la gestión del Servicio: comunicación, proyecto común de mejora, calidad del cuidado, autocuidado y fortalecimiento de todos los ámbitos del desempeño clínico. Todo forjado en lo que hemos denominado ejes ideológicos: bienestar y atención de excelencia del paciente y la familia, convicción y vocación en cada acción, enseñar con el ejemplo, sentido genuino de equipo y buen trato, equilibrio y respeto entre la experiencia y las ideas nuevas, seguimiento periódico e indicadores, recuperar la vanguardia que nos caracterizó y seguir aportando a la pediatría nacional e internacional. El trabajo en equipo ha dado vida al Decálogo de valores del Servicio: empatía, respeto, excelencia, compromiso, confianza, inclusión, resiliencia, solidaridad, valentía y pasión. Llamo a comprometernos en practicarlas en el desempeño diario para que no quede como letra muerta. Ojalá cada miembro de este gran equipo y de los numerosos equipos que trabajan en salud a lo largo de Chile pueda decir: “Trabajo feliz, confiado en mi equipo, lealamiscompañerosdetrabajo,estudiando, capaz de hacer aportes y críticas constructivas, con generosidad, respeto, madurez, siempre tratando de ir más allá en todos los aspectos de la vida. Puedo responder y avanzar sin necesidad de que me lo pidan, solo porque amo lo que hago”. 4 octubre 2023. Volumen 22 - N°83
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