31 Boletín Hipertensión VOL 25. 2021 / 27 - 33 Nefropatía hipertensiva embolías de cristales de colesterol (Figura 2). Recientemente se ha puesto la atención en la presencia de microalbuminuria y su importancia como predictor del compromiso renal en la HTA. Se ha demostrado que la microalbuminuria se asocia con factores que aumentan el riesgo cardiovascular como disfunción endotelial, resistencia insulínica, hiperlipidemia y un mayor índice de masa corporal (10,11). Existen ciertas evidencias que indican que la presencia de microalbuminuria podría acompañarse de una reducción progresiva de la función renal (12). Protección renal con terapia antihipertensiva Generalmente se acepta que el tratamiento de la HTA protege al riñón de la lesión vascular renal inducida por la elevación sostenida de la PA, especialmente en formas severas y malignas de la enfermedad. No hay duda de que es necesario el tratamiento antihipertensivo para evitar el daño renal en HTA esencial, pero mucha sveces no es suficiente. Sin embargo, queda por establecer los niveles de PA más adecuados para obtener la mejor protección renal y si existe un efecto adicional de nefroprotección en algunos fármacos antihipertensivos, cuando la proteinuria se encuentra en rangos no-nefróticos. Puesto que el riesgo de desarrollar daño renal en la HTA parece ser una variable continua a lo largo del rango completo de PA, la protección renal puede estar en función de disminuir la PA hasta el extremo inferior del rango normal. Existen algunos estudios que sugieren la existencia de un umbral de PA para la nefroprotección. En el estudio MRFIT sólo se observó lesión renal en los pacientes con PAD mayores de 95 mm Hg o PAS mayores de 140 mm Hg (5). Actualmente las guías KDIGO 2021, recomiendan un control mucho más estricto de la PA con un objetivo por debajo de 130/80 mm Hg (13). Terapia No-farmacológica de la HTA en la ERC En pacientes con ERC, en cualquiera de sus etapas, está recomendado con una grado A de evidencia la restricción de sodio en la dieta. Existen evidencias clínicas y experimentales sobre el rol primordial del sodio en la HTA de la ERC (14). La recomendación es la reducción de la ingesta de sodio a menos de 100 mEq/día, que corresponden a 2,4 grs./día. El sodio está presente fundamentalmente en la sal común y en alimentos ricos en sal o determinados conservantes, como por ejemplo: • alimentos enlatados (vegetales, carnes, comidas con pasta). • alimentos procesados (cecinas, embutidos). • queso amarillo. • cubitos concentrados. • sopas (enlatadas y deshidratadas) • bocadillos (palomitas de maíz, aceitunas, copos de queso, frutos secos salados) • salsas y aderezos para ensaladas como la salsa de soya. La restricción del sodio en la dieta es fundamental para evitar una “ganancia de sodio”, ya que los Figura 2. Diagnóstico diferencial de nefrosclerosis. Nefrosclerosis Nefropatía isquémica Diabetes Embolias de Colesterol
RkJQdWJsaXNoZXIy MTYwMjk1