Revista Neumología Pediátrica | Contenido disponible en www.neumologia-pediatrica.cl 39 EDITORIAL ESPIROMETRÍA: TODO DEPENDE CON EL CRISTAL CON EL QUE SE MIRE… LA IMPORTANCIA DE UNA TÉCNICA ADECUADA Y DE VALORES DE REFERENCIA LOCALES. SPIROMETRY: IT ALL DEPENDS ON THE GLASS YOU LOOK AT... THE IMPORTANCE OF PROPER TECHNIQUE AND LOCAL REFERENCE VALUES. La espirometría es la prueba funcional respiratoria más utilizada en el mundo. Se puede realizar de manera correcta a partir de los 3 ~ 4 años de vida y permite cuantificar de manera objetiva tanto trastornos respiratorios obstructivos como restrictivos. Colabora en el diagnóstico de algunas entidades y permite evaluar la respuesta al tratamiento instaurado. En patologías respiratorias crónicas, constituye una herramienta fundamental para su monitoreo y seguimiento. Además de la colaboración del sujeto para realizar una espirometría, es necesario seguir una serie de recomendaciones para que el estudio sea técnicamente aceptable, con el fin de evitar falsas interpretaciones. En 1960 fue la primera publicación sobre el protocolo a seguir para la correcta realización de una espirometría (1). Posteriormente, numerosas revisiones sobre estandarización de la técnica y valores de referencia poblacionales fueron publicados (1,2,3,4). Ajustarse de manera estricta a estas recomendaciones es fundamental para evitar interpretaciones erróneas (1). Además de los aspectos técnicos, otro punto a tener en cuenta son los valores de referencia con los que vamos a comparar a nuestros pacientes. Los “valores normales” están determinados por la edad, el sexo, la talla y el grupo étnico. Inicialmente, los valores de referencia fueron determinados en pequeños grupos poblacionales y calculados mediante ecuaciones de regresión basadas en técnicas de regresión lineal simple aditivas. Esta práctica, afortunadamente, fue reemplazada por la derivación de valores de referencia basados en grandes grupos poblacionales con un amplio rango de edad y con métodos estadísticos más avanzados. A inicios de los años 2000, una iniciativa liderada por la Sociedad Respiratoria Europea (ERS) y respaldada por varias sociedades neumonológicas del mundo denominada GLI (Global Lung Function Iniciative), introdujo nuevos conceptos que mejoraron la interpretación de la espirometría (1). Estableció valores de referencia longitudinales en sujetos de 3 a 95 años de edad, resolviendo el problema de la falta de continuidad entre los valores predichos para niños pequeños, adolescentes y adultos y proporcionó valores de referencia más precisos para la población pediátrica. Además, introdujo nuevos conceptos estadísticos sobre datos espirométricos. Propuso abandonar el uso del 80 % del predicho como límite inferior de lo normal (LIN) que en ocasiones conduce a una interpretación errónea de los resultados y reemplazarlo por el 5to percentil o un z-score de -1.64 que es estadísticamente más apropiado (1). Dado que los parámetros espirométricos, como tantos otros procesos biológicos, presentan una distribución normal o gaussiana, lo más preciso es utilizar estos parámetros como límite inferior de la normalidad. A lo largo de miles de años, el hombre tuvo que adaptarse a diferentes condiciones y adversidades que llevaron a variaciones en el aparato respiratorio. En parte, es por ello que la función pulmonar difiere entre grupos étnicos aproximadamente entre un 10 a un 25% (9). Los aportes de GLI permitieron evidenciar estas Attribution-NonCommercial 4.0 International. Click AQUÍ Dr. Juan Emilio Balinotti Neumonólogo Infantil, Centro Respiratorio, Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, Buenos Aires - Argentina, Investigador Clínico Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET-Argentina). Dr. Luciano Busi Neumonólogo Infantil, Unidad de Neumonología Hospital de Trelew, Chubut, Patagonia Argentina.
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