NEUMOLOGÍA PEDIÁTRICA
C o n t e n i d o d i s p o n i b l e e n h t t p : / / www. n e umo l o g i a - p e d i a t r i c a . cl 320 Urgencia pediátrica: la primera línea de atención hospitalaria del paciente pediátrico con virus SARS-COV-2 Neumol Pediatr 2020; 15 (2): 317 - 323 protocolos para su uso en pacientes graves, hasta el momento no hay evidencia sólida para su uso en tratamientos ambulatorios. Hidroxicloroquina tendría un efecto doble: impide la entrada del virus a la célula y modularía la respuesta inflamatoria que se ve en pacientes graves. (20). 9. Antivirales: Hasta ahora no se ha comprobado eficacia de antivirales en niños, no está recomendado su uso en urgencias. 10. Radiología: Si el paciente requiere una imagen, se debiera tomar con equipo portátil, para evitar nuevos contagios (21). Si no es posible, realizar traslado con paciente con mascarilla quirúrgica, el equipo de traslado va con protección de contacto y de gotitas. 11. Intubación: en general no es recomendable realizarla en el servicio de urgencia, por los riesgos de generación de aerosoles, por lo que debe mantenerse una vigilancia activa del paciente con dificultad respiratoria para enviarlo precozmente a una Unidad de Cuidados Intensivos y no retrasar el procedimiento. Si fuese necesario, se deberá usar EPP completo: mascarilla N-95, gafas y protección de contacto con guantes y delantal desechable. (más detalle en punto 14) 12. Apoyo ventilatorio: En caso de mayor deterioro del paciente con insuficiencia respiratoria o shock, el paciente requerirá ventilación asistida. Ante esto, debe preferirse ventilación mecánica (VM) invasiva por sobre No Invasiva, debido a los riesgos de producción de aerosoles y por ende de contaminación ambiental con el virus, e idealmente no realizar ventilación con bolsa-mascarilla y menos aconsejable aún con bolsa autoinflable. Si no es posible evitarlo, usar filtro de alta eficiencia (17) (22). 13. Lugar de hospitalización: Según la gravedad que tengan los pacientes en urgencias y los riesgos determinados por la edad, asociación con otras enfermedades o uso de dispositivos especiales de apoyo que utilicen, se decidirá dónde será hospitalizado el paciente con COVID-19 (Tabla 3). 14. Paciente en paro cardiorrespiratorio (PCR) Acaban de ser publicadas las recomendaciones de la American Heart Association respecto a maniobras de resucitación en un paciente sospechoso de COVID-19 en PCR. Lo primero es tener claro la pertinencia de reanimar según el pronóstico del paciente. Es prioritario que los reanimadores estén con EPP antes de comenzar la reanimación y limitar las personas que participan en el procedimiento al mínimo necesario. Ventilar con bolsa-mascarilla con filtro y buen selle, si es estrictamente necesario. Una vez que se ha instalado el monitor desfibrilador, prepararse para intubar eligiendo al más experimentado, ojalá con video-laringoscopía, utilizando tubo endotraqueal con cuff. Esta medida tiene la consideración de evitar al máximo la eliminación de aerosoles de virus y no seguir “bolseando” al paciente como lo hacemos en otros casos de PCR. Una vez intubado conectar a ventilación mecánica con filtro. Se aconseja minimizar al máximo las desconexiones del circuito (23). DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES La infección por CoV2 en niños, produce un cuadro la mayoría de las veces leve, que puede ser tratado en domicilio. El 95% de los pacientes que consulte en SU se irán al domicilio. Es vital, que los cuidadores del paciente tengan las instrucciones muy claras: en qué consisten las medidas de aislamiento y de protección para el resto del núcleo familiar, cómo se tratará al niño y cuándo será necesario volver a urgencias. La medida de tener dos áreas completamente separadas, una para los pacientes sospechosos de COVID-19 y otra para el resto de los pacientes es clave para contener y evitar el contagio. Como hay un porcentaje alto de niños asintomáticos, el médico y todo el resto del personal del SU debe cumplir estrictamente con las medidas de EPP, inclusive en las áreas en que no se están viendo los pacientes sospechosos de COVID-19. Los médicos que trabajamos en urgencias, somos la primera línea hospitalaria, debemos estar preparados para el tremendo desafío que significa organizar nuestras urgencias, tratar eficientemente a estos pacientes, y al mismo tiempo protegernos y proteger al resto del equipo del CoV2 que puede llegar a ser letal. Aún desconocemos mucho sobre este virus emergente, al final de la pandemia haremos un análisis y reflexión que nos ayudará, esperemos, a contener de mejor forma una próxima. Los autores declaran no tener conflictos de intereses.
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