NEUMOLOGÍA PEDIÁTRICA
Neumol Pediatr 2020; 15 (2): 293 - 300 C o n t e n i d o d i s p o n i b l e e n h t t p : / / www. n e umo l o g i a - p e d i a t r i c a . cl 295 Nuevo coronavirus (CoVID-19) en población general y pediátrica: una revisión epidemiológico. Chile 2020 asociado a exposición a un paciente positivo para SARS Cov- 2 en su domicilio o comunidad y un 9% se relacionó con un viaje reciente. Un total de 147 (5,7%) pacientes pediátricos requirieron hospitalización (20% de todos aquellos en quienes se conocía su situación de hospitalización), un porcentaje menor a los adultos hospitalizados entre los 18 y 64 años (10%). A su vez, en 15 casos de menores de 18 años se requirió ingreso a UCI (0,58-2%), cifra menor a la observada en población adulta (1,4-4,5%). Los menores de 1 año son el mayor porcentaje de pacientes hospitalizados en la población pediátrica (15 – 62%). Del total de pacientes con información de comorbilidad, un 23% presentaron alguna condición subyacente y en aquellos que requirieron hospitalización, un 77% presentaba comorbilidades conocidas. Las comorbilidades más frecuentes fueron: enfermedad pulmonar crónica - incluyendo asma – (50% del total), seguido de enfermedad cardiovascular e inmunosupresión. A la fecha, solo se han reportado 3 pacientes pediátricos fallecidos en todo el mundo. Estos datos apoyan hallazgos previos de que el COVID-19 en niños se presenta de manera oligosintomática en comparación al adulto, y que la mayoría de los casos pediátricos no son severos, sin embargo, igualmente presentan un riesgo de requerir hospitalización(12,13). En Chile, a la fecha han ocurrido 116 muertes atribuibles al COVID-19, exhibiendo una letalidad nacional del 1,25; notablemente más baja que la cifra mundial. De los 92 fallecidos, el 43,9% pertenece a la región Metropolitana y un 19,4% a la región de la Araucanía (Tabla 1). En cuanto a la ocurrencia de enfermedad en Chile, el primer caso confirmado en Chile se notificó el 2 de marzo de 2020. Se trataba de casos importados, identificándose tres grupos familiares. Un primer grupo familiar correspondió a cuatro personas que viajaron a Italia y Reino Unido. Entre ellos estaban dos hermanos de 14 y 17 años que dieron positivo el 5 de marzo, transformándose en los primeros casos en población menor de edad en el país. Posteriormente un segundo grupo familiar, compuesto por dos personas de la región del Maule que viajaron al sudeste asiático y Europa, generaron dos casos asociados en Chile. Uno de ellos una niña de 2 años de edad (8 de Marzo). Al 14 de abril del 2020, se había confirmado un total de 8273 casos de COVID-19 y de ellos, 271 correspondían a casos en menores de 15 años(14). En las figuras 2 y 3 se observan la incidencia acumulada de COVID-19, por día, para población pediátrica y población general. La mediada de edad del total de casos confirmados en Chile es de 40 años, concentrándose el 71,6% de los casos, en personas entre 25 y 59 años. Las mayores tasas de incidencia acumulada, según casos confirmados por laboratorio en la población general, se encuentran en la región de Magallanes (248,9 x 100.000 hab.), Ñuble (123,9 x 100.000 hab.), La Araucanía (81,4 x 100.000 hab.), a las que le siguen las re giones Metropolitana, Arica y Parinacota y los Lagos con poco más de 40 casos por cada cien mil habitantes; todas por sobre la tasa nacional (tabla 2)(14). El número de casos y tasa de incidencia acumulada de casos confirmados de COVID-19 en la población pediátrica se describen en la tabla 3. El reporte epidemiológico nacional no hace referencia a las manifestaciones clínicas, hospitalizaciones ni ingreso a camas críticas relacionados con la población pediátrica, sin embargo, la Sociedad Chilena de Pediatría, por medio de su rama de intensivo Pediárico, informa que a nivel país, al día 15 de abril se hallaban 7 pacientes pediátricos hospitalizados con diagnóstico de COVID-19; ninguno de ellos en Unidad de Tratamientos Intensivos. Otro aspecto epidemiológico que ha cobrado especial interés en esta pandemia, es la velocidad de transmisión y la posibilidad de controlar el brote. Ahí es donde recobran importancia los modelamientos matemáticos que permiten entender la dinámica de la transmisión. Para ello, la epidemiología recurre a elementos técnicos como el R(0) o ritmo básico de reproducción, que es el número de infecciones nuevas por unidad de tiempo multiplicado por el tiempo que una persona infectada puede contagiar, y describe el número de infecciones nuevas que se originaron del individuo infectado inicialmente(15,16). Asimismo, también se describe otro valor conocido como R efectivo, R(e), el cual corresponde al R(0) multiplicado por la proporción de individuos susceptibles(16). Si el número de reproducción efectiva, R(e), es mayor que 1,0, cabe prever que la enfermedad se siga propagando; la reproducción efectiva refleja el hecho de que, a medida que la proporción de individuos susceptibles disminuye, la transmisión de la enfermedad se vuelve más lenta. Basándose en esta perspectiva matemática sencilla, los epidemiólogos suelen considerar que el número reproductivo básico es uno de los parámetros decisivos para determinar si una epidemia es susceptible de control(17,18). El objetivo de toda respuesta de salud pública durante una pandemia, consiste en aminorar o detener la propagación del virus mediante estrategias de mitigación que: 1) disminuyan el R(0) mediante la disminución en la probabilidad de transmisión (por ejemplo, cerrando las escuelas) o bien 2) disminuyan el R(e), reduciendo el número de individuos susceptibles (por ejemplo, mediante la vacunación si es que existe esa posibilidad)(16). El día 17 de Marzo de 2020, el Doctor Mauricio Canals, académico del programa de Salud Ambiental de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile, realizó una presentación a los presidentes y representantes de partidos políticos de todo el espectro, con la finalidad de explicar el ingreso de Chile a fase 4 a través de las modelaciones de la pandemia de COVID-19 que vive el mundo. En dicha ocasión, se hizo notar que países como China, Corea y Singapur lograron "quebrar" la curva epidémica, con R(0) cercanos o menores que 1; Japón esta mitigando el crecimiento de la epidemia con un R(0) aproximado de 1.5. Otros países como Italia y España no lo lograron y su epidemia crece con R0 mayores que el resto del mundo, colapsando sus sistemas
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