Revista Neumología Pediátrica | Contenido disponible en www.neumologia-pediatrica.cl 88 Neumol Pediatr 2022; 17 (3): 86 - 91 Tuberculosis congénita - El desafío parte con la madre de primera línea. El estudio anatomopatológico evidencia granulomas y presencia de bacilos ácido alcohol resistente (BAAR) con tinción de Zhiel Neelsen (Figura 5). La RNM de cerebro realizada a los 64 días de vida no evidenció lesiones tuberculosas. En interrogatorio dirigido, la madre del lactante informa puntada de costado izquierda desde el quinto mes de embarazo, se le practicó radiografía de tórax en la que se visualizó pequeño derrame pleural izquierdo y en la TAC de tórax 2 lesiones parenquimatosas. No se confirmó la TB (PCR para M.TBC y cultivo negativo), pero se asumió como tal y se trató 6meses con esquema normado, con buena respuesta. El lactante recibió 4 meses de terapia con 4 drogas (HIN-RIF-PZ-ET), completó 12 meses con HIN y rifampicina. Ha continuado seguimiento hasta la fecha, sin secuelas. DISCUSIÓN La TB.C. es extremadamente rara, aún en países con alta endemia (9), lo que conlleva gran desconocimiento de la entidad, dificultad para realizar estudio y para el enfoque terapéutico del niño y de la madre. No se debe olvidar, aunque parezca de Perogrullo que una tuberculosis congénita en el lactante es debida a una gestante con TB activa en el embarazo, que no se pesquisó en control prenatal, lo que representa un segundo desafío epidemiológico y un trabajo multidisciplinario que involucra toda la red de salud. Menos de 500 casos de tuberculosis congénita confirmada se habían descrito en la literatura desde 1994 hasta 2005 (10), y es que, hasta ahora, las descripciones son sobre la base de reportes de casos aislados. El embarazo produce cambios inmunológicos que hace más susceptible a la mujer para reactivar una TB latente o enfermar por contagio (11-12), el riesgo de TB aumentaría 2 a 3 veces hacia el final del embarazo y en el post parto (8). En una revisión sistemática y metaanálisis de 13 estudios, realizado por Sobhy,(13) concluyó que las embarazadas con TB activa en el embarazo (N=3384) comparada con mujeres embarazadas sin TB, teníanmayor riesgo de: morbilidadmaterna (OR2,8) anemia (OR3,9) parto por cesárea (OR 2,1) parto prematuro (OR 1,7) y el recién nacido, tenía más riego de: muerte perinatal (OR 4,2), asfixia (OR 4,6) y bajo peso (OR 1,7).(13) Otro estudio demostró un riesgo de aborto espontaneo de 9 veces comparado con mujeres embarazadas sin TBC (8). Se reporta que entre 30 -50% de las embarazadas con TBactiva son asintomáticas, lo que dificulta el diagnóstico(14) (otros reportes describen hasta 70%(12) además, aunque presenten síntomas, estos se pueden confundir con los de la gestación: fatiga, sudoración, dolor dorsal, molestias respiratorias, aún así, debiera tenerse en cuenta cada vez que se pesquise algún factor de riesgo conocido de tuberculosis, tales como: inmigrante proveniente de un país con alta endemia, contacto con persona tuberculosa, drogadicción, alcoholismo, condición de VIH, entre otros (15-19). El rendimiento de realizar estudios de infección tuberculosa, como PPD o ensayo de liberación de interferón gamma (IGRA, del inglés interferon gamma release assay) en embarazadas, varía dependiendo si se realiza en entornos de alta o baja carga de TB (16), y si es VIH positivo, inFigura 3. Imágenes al ingreso a urgencia. A) Rx toracoabdominal que evidencia gran distención abdominal. B) y C) ecografía abdominal: granulomas esplénicos ( ) y esplenomegalia. D) adenopatías con centro hipodenso en retroperitoneo ( ) Figura 4. TAC de tórax sin contraste: A) Se aprecia adenopatías mediastínicas ( ) B) compromiso del parénquima pulmonar ( ) mayor en lóbulos superiores. Figura 5. Ganglios peripancréaticos, epiplón e hígado con granulomas y visualización de BAAR con tinción de Z. Neelsen ( ).
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