Revista Ecuatoriana de Medicina EUGENIO ESPEJO
Vol. 7 - Número 10 - Diciembre 2018 Vol. 7 - Número 10 - Diciembre 2018 9 • El estado respiratorio del recién nacido, ya que el onfalocele gigante se asocia a hipoplasia pulmonar y necesidad de intubación y ventilación asistida. (12,15) • Se debe realizar el examen físico, radiografía de tórax, ecocardiografía y ecografía abdominal en búsqueda de anomalías asociadas. (16). • Los niños con onfalocele y saco intacto no presentan pérdidas hídricas y de temperatura como en la gastrosquisis, pero si superiores al de niños con pared intacta. • El defectopuede sercubiertocongasahumedecidacon solución fisiológica y una cubierta impermeabilizante de plástico. • En caso de onfalocele con saco roto, el manejo es similar al de niños con gastrosquisis (2,5). . Momento ideal del cierre Todo defecto de la pared abdominal debe resolverse tan pronto como sea posible. El abordaje tradicional era un cierre primario urgente en las 6 horas luego del nacimiento, e incluso se realizaba el cierre en la sala de partos, luego de realizar una cesárea electiva (11). En la última década ha ganado amplia aceptación la realización de la técnica de simil exit y cierre primario en quirófano post cesárea en la gastrosquisis y en el onfalocele pequeño, el uso de silo prefabricado como método de tratamiento inicial en casos no complicados de onfaloceles grandes o gastrosquisis con índice de reductibilidad mayor a 2, ya que permite una rápida cobertura del intestino expuesto, sin necesidad de traslado del paciente, ni de anestesia general, y un cierre diferido y electivo del defecto. Es deseable corregir el defecto una vez que el niño nace y si no fue posible en este momento se debe esperar que haya logrado estabilidad térmica, respiratoria y hemodinámica, y corregirlo idealmente en las primeras horas luego del nacimiento (17–19). Existen cuatro técnicas quirúrgicas para el tratamiento inicial: (5): • Reducción total del contenido eviscerado y cierre primario del defecto, bajo anestesia general, en un quirófano. • Reducción total del contenido eviscerado y cierre primario del defecto, sin anestesia ni sedación, en la sala de neonatología. • Reducción progresiva del contenido eviscerado y cierre en etapas del defecto, bajo anestesia general, en un quirófano, construyendo un silo anclado a la pared abdominal mediante suturas. • Reducción progresiva del contenido eviscerado y cierre en etapas del defecto, sin anestesia ni sedación, en la sala de neonatología, usando un silo prefabricado. Manejo postquirúrgico Se debe tomar en cuenta los siguientes puntos: Manejo del dolor. • Necesidad de asistencia respiratoria mecánica. • Monitoreo continuo de los parámetros clínicos y de laboratorio. • Descompresión gastrointestinal con una sonda orogástrica. • Nutrición parenteral. Lugar del parto Los niños con diagnóstico de defectos de la pared abdominal deben nacer en un centro de salud de tercer nivel, que cuente con infraestructura y equipos capacitados, así como con profesionales experimentados. Pronóstico La mortalidad ha ido disminuyendo, en la actualidad el índice de sobrevida en los países desarrollados llega al 90%; estas cifras no se repiten en los países en vías de desarrollo, en los que la mortalidad puede alcanzar cifras de alrededor de un 50%. (5,20). Tabla 2. Signos ecográficos distintivos entre onfalocele y gastrosquisis.(3) Onfalocele Gastrosquisis Contorno Uniforme Irregular Saco de cobertura Eco génico Ausente Cordón umbilical En el centro del defecto Lateral al defecto Anomalías coexistente Frecuentes Raras
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