REVISTA CHILENA DE ENFERMEDADES RESPIRATORIAS

163 (15 niveles), adaptaciones también presentes en otras investigaciones 2,3,8,9 . Se comprueba una correlación positiva entre la DR y la RCE en nuestro estudio, sin embargo la RCE no supera el 40% (Tabla 1) de un esfuerzo máximo, situando a la prueba en un nivel de intensidad leve 7 . Lo anterior nos hace pensar si realmente la PCCP representa un esfuerzo máximo para la población infantil, sobre todo si pretendemos evaluar la res- puesta cardiopulmonar frente al ejercicio, que en suma representa la capacidad del cuerpo humano de poder capturar, transportar y utilizar el oxíge- no durante una actividad física 12 . Intensidades de trabajo físico cercanas al 85% de una frecuencia cardiaca de reserva representan mejor el compo- nente aeróbico 10 , lo que podría lograse haciendo los ajustes ya observados en esta prueba o bien seleccionando otra. Al igual que en otras pruebas de marcha la DR de los hombres es mayor que el de las muje- res 13-15 . Los 110 m adicionales recorridos por los hombres (642,3 ± 192,4 versus 531,6 ± 136,5 m) puede explicarse por las diferencias en el desa- rrollo y crecimiento de los niños. Durante la rea- lización de actividades físicas en niños, suceden diversos cambios y adaptaciones fisiológicas, que varían según sexo, edad y estado nutricional. Si bien es cierto en ambos géneros aumenta consi- derablemente la capacidad aeróbica, la práctica deportiva regular en la etapa prepuberal ocasiona un aumento de la actividad enzimática oxidati- va, fundamentalmente de las enzimas succinato deshidrogenasa, citocromo oxidasa y palmitil CoA sintetasa. El aumento de las reservas de glucógeno muscular, favorecen la posibilidad de conseguir un mayor rendimiento en actividades realizadas en régimen aeróbico. Sin embargo, un elemento diferenciador entre niñas y niños es la presencia de la testosterona. Esta hormona, que se constituye como un elemento gravitante en el rendimiento deportivo, responsable del anabolis- mo muscular y que condiciona en gran medida el nivel de fuerza que puede desarrollar una perso- na, aparece en concentraciones apreciables en la sangre a partir de la pubertad. Así, hacia la edad aproximada de 11 años, se hallan concentracio- nes de 60 mg/100 mL de sangre en ambos sexos. Terminada la pubertad, aproximadamente a la edad de 15 años, ya se detectan concentraciones de hasta 600 mg/100 mL de sangre en el varón y 85 mg/100 mL de sangre en la mujer. Esto trae como consecuencia aumento de una de las características físicas de mayor relevancia entre hombre y mujeres: desarrollo de la fuerza y por ende de su potencia muscular y resistencia. A partir del aumento de la fuerza y la resistencia, el varón logra diferencias importantes en el desem- peño y resultado en la mayoría de las actividades deportivas 10,11 . Limitaciones del estudio La PCCP se realizó según el protocolo original propuesto por Singh y cols 1 . en 1992. Sin embar- go, la disponibilidad de los centros educacionales y organización de la clase de educación física obligó al equipo de investigadores a realizar solo una prueba. Agradecimientos Los autores agradecen a la directora del área de Educación de la Corporación Municipal de Valparaíso, Sra. Cecilia Pinochet por autorizar el Tabla 1. Características antropométricas, distancia recorrida, frecuencia cardíaca y respuesta cardíaca al ejercicio en los 60 niños estudiados Total grupo (n = 60) Hombres (n = 35) Mujeres (n = 25) Valor de p* Distancia (m) 596,2 ± 178,7 642,3 ± 192,4 531,6 ± 136,5 0,017 Edad (años) 12,2 ± 1,4 12,2 ± 1,4 12,7 ± 1,4 0,168 Peso (kg) 46,1 ± 11,2 41,9 ± 7,0 45,5 ± 6,9 0,052 Estatura (m) 1,51 ± 0,09 1,50 ± 0,08 1,53 ± 0,08 0,245 IMC (kg/m 2 ) 19,8 ± 3,0 18,3 ± 1,6 19,3 ± 2,2 0,041 Frecuencia cardiaca reposo (lpm) 84,3 ± 18,9 83,1 ± 19,7 89,4 ± 19,0 0,224 Frecuencia cardiaca final (lpm) 119,1 ± 27,8 118,1 ± 28,9 125,2 ± 24,5 0,329 Respuesta cardiaca al ejercicio (%) 28,5 ± 19,2 28,7 ± 19,8 29,8 ± 18,7 0,835 Valores expresados como media ± desviación estándar. *Según t-test de Student para muestra independientes. Test de Lanzadera en niños Rev Chil Enferm Respir 2018; 34: 160-164

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