

Abril
2009.
Volumen
8
-
N
°
36
diagnósticos tardíos de luxación inveterada de
caderas, cretinismo, idiocía fenil pirúvica, diarrea
intratable, habiendo incluso desaparecido dichas
denominaciones. Los diagnósticos de diabetes
mellitus, fibrosis quística, síndrome de alcohol
fetal, enfermedades metabólicas, peroxisomales,
defectos de betaoxidación, son más oportunos,
aumentando la sobrevida pero produciendo a la
vez un incremento progresivo de pacientes con
enfermedades crónicas, preocupando su calidad
de vida y su consejo genético. Sin embargo
no estamos poniendo el mismo énfasis en la
pesquisa precoz de los trastornos del ánimo y
conductas de riesgo, observando a veces que el
intento de suicidio y las solicitudes de auxilio no
fueron adecuadas y oportunamente valoradas.
•
Profundizar el rol del pediatra y especialista.
Importante rol cabe aquí a las instituciones
universitarias. El médico pediatra debe tener
claros criterios de derivación a especialista, con
el mejor sistema de referencia y contra referencia.
Es probable que además de los médicos pediatras
generales especialistas en atención ambulatoria,
se requiera
especialistas en atención cerrada
(clínica u hospital), con mayor entrenamiento en
enfermedades agudas con falla multisistémica
y descompensación de enfermedades crónicas,
que complementen la labor de los intensivistas.
Agrava dicha situación el enclaustramiento
actual de las instituciones universitarias y
su rápida expansión mundial en término de
alumnos matriculados (de
28
millones en
1970
a
63
millones la primera década del
2000
). En
Chile, las escuelas de medicina se han triplicado.
Mayor dificultad genera aún la falta de campos
clínicos acreditados, marginación de docentes
calificados y la mínima participación del sector
productivo en su financiamiento. Se agrega a
ello el surgimiento de nuevos profesionales
muy endeudados, lo que induce a postergar
su perfeccionamiento o deteriora su calidad e
incluso pone en riesgo la ética en su desempeño.
•
Telemedicina:
incorporar la biotecnología, la
informática, las redes de Internet, las redes de
comunicación e información y los nuevos métodos
de aprendizaje, comunicación y resolución de
problemas vía electrónica (video conferencia,
video diagnóstico diferencial y terapéutico). Se
ha hecho una sana costumbre en los centros
privados más avanzados la entrega de resultados
de imágenes y exámenes “on line”, lo que facilita
la oportunidad diagnóstica y terapéutica local y
por telemedicina. En el sistema público se ha
efectuado una gran inversión con resultados
aún incipientes. Con frecuencia creciente los
padres de nuestros niños en control llegan con
información obtenida a través de páginas web, lo
que obliga al pediatra a mantenerse muy al día en
el conocimiento. Sin embargo, esta información
puede ser obtenida de fuentes inadecuadas o
el procesamiento de ella por los padres podría
ser sesgado, lo que induce a generar falsas
expectativas terapéuticas y de pronóstico.
•
Niños y Adolescentes con Necesidades
Especiales de Atención en Salud.
La
prevalencia de enfermedades crónicas ha
aumentado fundamentalmente por la mayor
sobrevida de niños con afección congénita o
crónica lo que resulta en una concentración
creciente de morbilidad y mortalidad asociada
a este grupo de niños, los cuales absorben
un alto porcentaje del gasto en salud. La OMS
estima que para el año
2020
el
60
% del gasto
en salud corresponderá a patología crónica.
Se calcula que un
10
% de la población mundial
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