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incidencia total de coqueluche disminuía como
resultado de la vacunación en adolescentes. El
estudio arrojó una costo-efectividad positiva,
tanto para un escenario en el que la inmunidad
otorgada por la infección duraba
8
años como
para uno en que duraba
15
años.
Como ya se ha mencionado, el objetivo de
la vacunación en adolescentes es evitar que
ellos se infecten con B. pertussis, y de ésta
forma, evitar el contagio hacia la población
de riesgo, principalmente lactantes menores
(lo que se denomina efecto capullo). De ahí
que sea necesario revisar cuál es la efectividad
de la vacuna acelular en reducir la infección
en adolescentes. En relación a esto, se realizó
un estudio en personas entre
15
y
65
años de
edad, en las que se utilizó la vacuna acelular
de GlaxoSmithKline. Los casos de coqueluche se
definieron como tos mantenida durante
5
o más
días, y confirmados por cultivo, RCP o serología.
La eficacia global de la vacuna en este grupo de
estudio fue de
92
%. La duración de la protección
no fue evaluada en este estudio.
DISCUSIÓN
Como hemos visto en los estudios mencionados
y a lo largo de éste ensayo, el adolescente
tiene una real importancia en la mantención de
ésta infección, junto con los adultos (padres
de lactantes menores, abuelos, cuidadores),
enfermándose de manera oligosintomática sin
mayor gravedad, pero transformándose en un
reservorio y fuente de contagio hacia los
lactantes menores. Esto apoya la idea de la
necesidad de reforzar la inmunidad contra
B. pertussis en los adolescentes con un booster
de vacuna acelular. Las vacunas disponibles
tienen una baja reactogenicidad y alta eficacia,
estimándose en un
92
% al ser aplicada en
adolescentes y adultos.
En Estados Unidos se ha implementado ésta
medida de vacunar al adolescente desde el
año
2005
, y a pesar de esto la incidencia de
coqueluche no ha mostrado un descenso
importante. Un ejemplo de aquello es que en
junio del año
2010
en el estado de California
fue declarada una epidemia de pertussis,
alcanzándose durante los primeros
6
meses del
año un total de
1337
casos, en comparación
a
258
para el mismo periodo en el año
2009
.
Esto podría ser resultado de la baja cobertura
que alcanza la vacunación de adolescentes
(
56
%) y adultos (<
6
%). Podemos desprender de
estos datos, que para que efectivamente una
recomendación sea efectiva, es importante el
grado de cobertura que se logre en la población,
lo que implicaría el ideal de establecer ésta
vacunación dentro de los programas locales
de inmunización. Actualmente en nuestro país,
ésta posibilidad se ve bastante alejada, debido
a la falta de estudios a nivel local que avalen
la incorporación de ésta medida al PNI.
En el plano económico, si bien existen estudios
de costo-efectividad que avalan la vacunación
universal en adolescentes y adultos, como el
mencionado en éste ensayo, sus resultados no
pueden generalizarse para todos los países.
Actualmente, esos estudios no existen a nivel
nacional.
CONCLUSIÓN
Respondiendo a la pregunta que motivó éste
ensayo, creo que la vacunación al adolescente