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no indicar tratamiento antibiótico, ya que estudios a largo plazo no muestran diferencias entre

los grupos tratados y los sin tratar.

ITU recurrente:

Tres o más infecciones urinarias bajas, dos o más pielonefritis o una pielone-

fritis más una infección urinaria baja en un año.

Clínica

El cuadro clínico sugerente de ITU es variable, siendo más específico en la medida en que el

niño es mayor y puede verbalizar sus síntomas.

Recién nacidos:

Aspecto gravemente enfermo, irritabilidad con letargia, rechazo de alimen-

tación, vómito, diarrea, ictericia, fiebre ausente o hipotermia.

Lactantes:

Fiebre, vómitos, dolor abdominal, irritabilidad, peso estacionario, orina mal olor.

Preescolar y niños mayores:

Síntomas referidos a la vía urinaria como disuria, poliaquiuria,

urgencia miccional y ocasionalmente enuresis. Compromiso renal: Dolor en las fosas lumbares,

fiebre, compromiso general y vómitos.

Examen físico

En el examen físico además de objetivar alteraciones propias de ITU como puño percusión (+),

dolor abdominal, es importante evaluar presión arterial, crecimiento, buscar la palpación de masas

abdominales o de globo vesical, malformaciones como epispadia, hipospadia, signos de vulvitis o

vaginitis, o sinequia de labios menores, fimosis y balanitis.

Examinar la columna lumbosacra buscando signos de disrafia espinal como nevos, fositas

pilonidales, hemangioma y desviación del pliegue interglúteo.

Diagnóstico

La confirmación del diagnóstico de ITU debe hacerse a través del examen de orina que muestra

elementos concordantes con infección como bacterias, leucocitos (más de 5 por campo o más de

10 leucocitos por ul), piuria o cilindros con inclusiones leucocitarias y de un urocultivo (+).

Existen métodos de recolección no invasivos como bolsa recolectora (

100.000 UFC), sin em-

bargo, la posibilidad de contaminación de la muestra es alta. En niños sin control de esfínteres se

recomienda el sondeo transuretral (

10.000 UFC). De no ser posible debe realizarse una punción

vesical (

1.000 UFC), idealmente bajo visión ecográfica directa. En niños mayores de 2 años o

continentes una muestra de orina obtenida por segundo chorro es adecuada (

100.000 UFC).

El manejo está dirigido a prevenir o minimizar el daño renal, y a evitar secuelas a largo plazo,

hipertensión arterial (HTA) y enfermedad renal crónica (ERC).

Hay algunos factores asociados a mayor riesgo de daño renal por ITU:

- ITU previa.

- Historia de fiebre recurrente sin foco.

- Diagnóstico antenatal de anomalía renal.

- Antecedente familiar de reflujo vesico ureteral (RVU) o enfermedad renal.

- Constipacion.

- Disfuncion miccional.

- Chorro debil.

- Globo vesical.

- Masa abdominal.

- Lesion espinal.

- HTA.

- Mal desarrollo pondoestatural.

Los criterios para definir si el episodio de ITU se acompaña de compromiso renal (ITU alta o

pielonefritis aguda) o no (ITU baja), son clínicos, de laboratorio e imagenológicos.