

HIPERTENSIÓN / 2015 / VOL. 20
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El año 2002 el Ministerio de Salud de Chile estableció un programa de Salud Cardiovascular
que integró el manejo de los factores de riesgo en función del riesgo cardiovascular global
del individuo
(8)
. Inicialmente consideraba las opciones de usar una predicción cuantitativa,
utilizando los puntajes de riesgo del estudio de Framingham para predecir riesgo coronario
a 10 años o una cualitativa que considera el número de factores de riesgo cardiovascular:
hipertensión, diabetes, tabaquismo y dislipidemia.
Sin embargo la ecuación de Framingham proviene de una comunidad con una mayor
prevalencia de factores de riesgo y una mayor tasa de eventos cardiovasculares de Chile, lo
que permite asumir que las estimaciones de riesgo darán incidencias superiores que Chile.
En ausencia de estudios de cohortes que permitan generar ecuaciones de riesgo propias para
Chile se consideró la posibilidad de adaptar la función de Framingham a nuestro país. Esto
se basa en publicaciones de D’Agostino et al
(9)
que propusieron que de no existir estudios
poblacionales de cohorte para generar estimaciones de riesgo coronario local, se podía
adaptar la función de Framingham, considerando la prevalencia local de factores de riesgo
de enfermedad cardiovascular y la incidencia de acontecimientos coronarios. Este método
fue aplicado, y luego validado, en España
(10)
y en China
(11)
, ambos países con baja incidencia
de eventos coronarios.
En un trabajo realizado por la Universidad de Talca se adaptó la función de Framingham para
la población chilena de 35 a 74 años, generando tablas nacionales de estimación de riesgo
coronario global a 10 años (figura 1)
(12)
.
Los eventos coronarios que considera la función de Framingham son infarto del miocardio
mortal y no mortal y angina
(1)
. Entre estos eventos el infarto del miocardio mortal y no mortal,
son susceptibles de ser medidos a escala poblacional.
Los factores de riesgo incluidos en la función de Wilson son: edad, sexo, colesterol total,
colesterol unido a lipoproteínas de alta densidad (c-HDL), presión arterial, diabetes y tabaquismo.