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Enfermedades de la Interfase Vitreomacular
ENFERMEDADES DE LA INTERFASE
VITREOMACULAR
Dr. Esteban Nauto B.
1
1.- Residente 2° año Oftalmología Hospital San Juan De Dios
INTRODUCCIÓN
El rol del vítreo en las alteraciones de la
interfase vitreomacular está biendocumentado,
éste tiene la capacidad de separar la retina
ejerciendo fuerzas traccionales, induciendo
la formación de agujeros o desgarros
1
.
El vítreo participa en la patogénesis de la
tracción vítreo macular (tvm), agujeros
maculares, edema macular, retinopatía
proliferativa, oclusión venosa de la retina y
la degeneración macular asociada a la edad
exudativa
2
.
La vitrectomía quirúrgica ha sido desarrollada
para superar las condiciones patológicas
relacionadas con el cuerpo vítreo y la retina
siendo de uso generalizado en centros
especializados, sin embargo no está exenta
de complicaciones. Por lo tanto, la cirugía se
utiliza únicamente como una intervención
cuando los pacientes tienen o están en
riesgo de perturbación grave de la visión y/o
ceguera central. Sin embargo, esto significa
que muchos pacientes son sometidos a un
período de “espera vigilante “.
El objetivo de esta revisión es resumir
los conocimientos actuales sobre los
trastornos relacionados con la interfaz
vitreomacular con foco en la adhesión
vitreomacular y el agujero macular.
RESUMEN
En las últimas dos décadas, el papel de la adhesión vitreomacular en patologías como
el síndrome de tracción vítreo macular, membrana epiretinal (MER) y el agujero macular,
se reconoce cada vez más. Anomalías de la interfaz vitreoretiniana pueden contribuir
a patologías retinales como la retinopatía diabética, el edema macular diabético y la
degeneración macular relacionada con la edad (DMRE). Los ojos con los trastornos
relacionados con la adherencia vitreomacular pueden experimentar un rápido deterioro
de la visión y la función si no se maneja de manera oportuna y eficaz. La única opción
de tratamiento disponible actualmente es la vitrectomía. Las alternativas terapéuticas
farmacológicas han avanzado en la última década, y la estrategia actual de “espera
vigilante” hasta que los síntomas empeoran puede no ser aceptable en el futuro. Este
artículo revisa los trastornos de interfaz vitreomacular, y explora la evidencia de agentes
experimentales que potencialmente pueden tratar estas condiciones.