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ANALES

OFTALMOLÓGICOS

Tomo VII • Vol. II • N˚1-2-3 · 2016 • Santiago - Chile

de mantención. El régimen de dosis decrecientes

y duración del tratamiento con corticoides no está

claramente establecido (19). Una vez que se ha

logrado la remisión del cuadro, se instaura la terapia

demantención con una duración de al menos un año.

Esta incluye prednisolona (5 a 10 mg/día) y en la

mayoría de los casos se indican también azatioprina

(AZA) en dosis de 25 a 75 mg/día o MTX (19).

Está descrito para las vasculitis p-ANCA (+) el

compromiso neurológico, siendo más frecuente

la afectación del sistema nervioso periférico que

central, manifestándose principalmente como

mononeuritis múltiple y polineuropatía simétrica

distal (20, 21, 22,23). Sin embargo, la asociación

entre vasculitis p-ANCA (+) y afectación del nervio

óptico ha sido escasamente reportada, con sólo unos

pocos casos en la literatura oftalmológica (4, 5, 6,7).

El compromiso del nervio óptico observado en estos

casos fue interpretado como una neuropatía óptica

isquémica, de acuerdo a la clínica y exámenes de

cada paciente.

La Neuropatía óptica isquémica (NOI) es la causa

más común de lesión aguda del nervio óptico en

mayores de 50 años y se produce por isquemia

de la cabeza del nervio óptico (8). Se caracteriza

por pérdida indolora de visión monocular que se

instala en el plazo de horas a días. La AV suele estar

disminuida y siempre existe pérdida del campo

visual, revelando defectos altitudinales, escotomas

centrales y centrocecales o depresión generalizada,

entre otros (9). Se observa DPAR a menos que la

NOI sea bilateral. Al fondo de ojo puede observarse

edema de papila pálido y son comunes también las

hemorragias en llama peripapilares y estrechamiento

de arteriolas retinianas (9). Dentro del diagnóstico

diferencial de este cuadro se incluyen neuritis óptica,

neuropatías ópticas infiltrativas, lesiones orbitarias

anteriores con compresión del nervio óptico y otras

formas de edema de papila (10).

La NOI se clasifica como arterítica cuando se

asocia a arteritis de la temporal (arteritis de células

gigantes), y no arterítica cuando responde a otras

causas (9). La arteritis de la temporal corresponde a

una vasculitis granulomatosa de grandes vasos y es

muy frecuente su presentación con cefalea, dolor a

la palpación de la arteria temporal o cuero cabelludo

y claudicaciónmandibular, siendo este último el signo

más específico (11,12). La clasificación en arterítica

y no arterítica tiene implicancias a nivel de manejo

clínico y medidas preventivas a tomar.

Encuantoa los casosaquí reportados, ambaspacientes

contaban con el diagnóstico de vasculitis p-ANCA

(+) MPO (+), probable Poliangeítis microscópica.

Dentro del compromiso sistémico propio de las

reactivaciones de esta patología, ambas evidenciaron

neuropatía óptica unilateral, que en el caso 1, llegó

a ser bilateral al cabo de 8 meses.

El ambos casos el cuadro clínico se caracterizó por

disminución de agudeza visual de inicio repentino

y que progresa en días con un intenso deterioro,

llegando a cuentadedos y fondo de ojo con disco

óptico pálido. El campo visual del ojo comprometido

mostró un defecto central cecal en 2 situaciones, y

con tendencia altitudinal, en el tercer ojo.

Durante el curso de la neuropatía óptica, los exámenes

de sangre de ambas pacientes mostraron valores

elevados de MPO ANCA, PCR y VHS, muy decidor

de una inflamación vascular sistémica, que además

se evidenciaba en síntomas en múltiples órganos

(hematuria, anemia, neumonitis, mononeuritis,

entre otros).

El tratamiento con corticoides resultó en ambos

casos en una normalización de los parámetros

inflamatorios, pero sin mejoría en AV ni defecto

campimétrico. Similar a lo reportado en otros casos

clínicos (4,7) y contrario a lo reportado en otros dos

(5,6), en que sí hubo mejoría significativa.

Al comparar los presentes casos clínicos con los

previamente reportados se encuentran varias

similitudes: manifestación con déficit visual severo

monocular que puede llegar a ser bilateral (4,7). Con

características clínicas coincidentes con cuadro de

Neuropatía óptica, aunque en base a ellas nosotros no

podemos afirmar que sean con certeza clasificables

como Neuropatia óptica isquémica, lo que sí fue

concluido en los casos previamente reportados (4,

5, 6,7). Por esta razón, hemos optado por calificar los

caso descritos comoNeuropatías ópticas asociadas a

vasculitis ANCA (+). En todos los casos el diagnóstico

de vasculitis p-ANCA (+) MPO (+) estuvo asociado a

manifestaciones sistémicas (proteinuria y hematuria

(6), neumonitis intersticial (7), glomerulonefritis (5),

mielopatía transversa (4)).

Sin embargo debe precisarse que lasmanifestaciones

de compromiso del nervio óptico en nuestros casos

no se asocian a otras manifestaciones oftalmoló-

gicas, como por ejemplo, retinales. En rigor a esta

consideración, es que hemos preferido referirnos a

Neuropatía óptica para presentar nuestros casos.

CONCLUSIONES

Neuropatía óptica puede ser el modo de presentación

de una vasculitis de pequeños vasos, siendo en estos

casos útil el realizar pruebas serológicas para ANCA,

principalmente en aquellos casos con síntomas y

signosmultisistémicos asociados a valores elevados

de parámetros inflamatorios (PCR, VHS) (6,7). En

estos casos, es probable que las vasculitis ANCA (+)