

abril
2016.
Volumen
15
-
N
°
63
“Se necesitan recursos humanos suficientes, mejor
y mayor infraestructura, además de herramientas
para hacer diagnóstico. También, que exista una
cantidad acorde de becas de especialización,
porque si en unos años eso se deteriora, se pierde
el estímulo de ser General de Zona”.
Comenta
Felipe Cayupi, uno de los principales líderes de
este destacado y esforzado grupo de profesionales
médicos, que posteriormente a su creación,
incluyó a Dentistas Generales de Zona.
Hoy, existen diversas organizaciones y actividades
que tienden a darle vida y estímulo a este grupo de
profesionales, destacando la Agrupación de MGZ,
Congresos científicos y Concurso literario y
fotográfico. Con el transcurso del tiempo, el
Programa original ha sufrido diversas
modificaciones, siendo siempre los pilares
fundamentales la destinación de profesionales
jóvenes a provincia y la posibilidad posterior
de acceder a una especialización. El Programa
y Concurso CONISS
2016
invita a los egresados
de la última promoción médica a la Etapa de
Destinación y Formación (EDF), referida como
Plan de Formación y Retención de Especialistas
en el Sector Público de Salud y regida por el
Artículo
8
° de la Ley
19.964
. Suena fuerte lo
de “retención”, pero debe referirse a la tardía
intención de reencantar a los profesionales
médicos y odontólogos con la salud estatal.
MI EXPERIENCIA COMO MÉDICO GENERAL
DE ZONA
En mi situación personal, me motivó
profundamente la idea de ser MGZ, ojalá en
Chiloé, dado que había participado durante tres
años en trabajos comunitarios de verano en
aquellas maravillosas islas y lugares. Territorio
que marcaría intensamente mi futuro desempeño
profesional, al menos en sus inicios. Habíamos
conversado en nuestro grupo de futuros colegas
lo interesante que sería ir a desempeñarse como
MGZ en algún lugar muy apartado, lejos del
mundanal ruido y que tuviéramos la posibilidad
de ejercer la medicina como nosotros pensábamos
que debería hacerse. Nuestra juventud e intrepidez
así lo requería. Acordamos con Sergio Aitken,
colega y gran amigo irnos juntos posiblemente
a Calbuco, incorporando al grupo a su esposa
Patricia, enfermera universitaria. Durante nuestros
estudios habíamos asistido voluntariamente por
un año a un turno de la Posta de Urgencia de Chiloé
con Ñuble e hicimos el Curso de tres meses en la
Posta Central que nos permitía trabajar en los
servicios de Urgencia. Importante formación
complementaria para lo que vendría después.
Un lluvioso día de abril de
1970
, jugando un
partido de Baby football en la cancha de Chilectra
(por allá por Vivaceta), en el entretiempo se
acerca un joven colega cuyo nombre supimos
después (Dr. Jorge Minguell Uribe), quien señala
que necesita dos colegas y en lo posible una
enfermera para incorporarse a su equipo de
salud en Calbuco. Ofrece cargos médicos y de
enfermera y contrato a partir del
1
° de junio
de
1970
. Nuestra respuesta fue muy rápida,
concursamos y quedamos de ir a conocer el nuevo
y flamante hospital, inaugurado en febrero de
1969
, dado que el viejo edificio inicial inaugurado
en
1907
, había sido consumido por las llamas
de un incendio que arrasó con el pueblo, la
trágica noche del
11
de octubre de
1962
.
El fin de semana siguiente partimos a conocer
Calbuco. El pueblo y el nuevo edificio del hospital
llenaron todas nuestras aspiraciones.
Ya contratados en el hospital iniciamos nuestra
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