

8
con UC (comparado con el
6
% de aquellos con
EC) y se piensa que representa un marcador
de trastorno inmunoregulatorio, determinado
genéticamente. La presencia de pANCA
es concordante en familias. El anticuerpo
anti-Saccharomyces cerevisiae (ASCA) se detecta
en el
50-60
% de los pacientes con EC. La
presencia de ASCA se correlaciona con la
presencia de compromiso de intestino delgado,
fibroestenosis y enfermedad perforante.
RADIOLOGÍA
El tránsito intestinal con bario está indicado
ante la sospecha de EC y puede demostrar
engrosamiento de pliegues, segmentos
estenóticos con dilatación de asas proximales,
fístulas, fisuras, irregularidad mucosa, rigidez,
separación de asas por engrosamiento parietal,
imagen en empedrado y peristalsis anormal. La
enteroclisis con perfusión duodenal del medio
de contraste parece superior y más sensible
que la técnica convencional. La enteroclisis por
TAC mejora la visualización de la mucosa y la
pared del intestino delgado en comparación
con la TAC tradicional al distender el intestino
delgado con agua a gran volumen y utilizando
la capacidad de ésta como contraste. Si bien
puede realizarse por vía oral, con frecuencia se
requiere la instalación de una sonda nasogástrica
en pacientes que no son capaces de ingerir la
totalidad del líquido requerido. Si se tolera, es el
examen de elección debido a su baja invasividad.
ENDOSCOPÍA
Hasta el
30
% de los pacientes pediátricos
con EC pueden tener compromiso de esófago,
estómago o duodeno. Es recomendable tomar
múltiples biopsias ya que se puede encontrar
lesiones histológicas aún en ausencia de lesiones
macroscópicas. También se ha sugerido que los
pacientes con CU debieran tener un estudio
endoscópico alto previo a una colectomía, para
certificar que el diagnóstico de EC no ha sido
omitido, dada la superposición clínica de ambas
entidades. En la colonoscopía es característico de
la CU la afección continua con eritema, superficie
granular, friabilidad, exudado mucopurulento,
sangrado espontáneo y ulceraciones. La
exploración colonoscópica periódica, buscando
elementos de displasia de la mucosa, se debe
realizar anualmente a partir de los
8
a
10
años
del diagnóstico. En la EC el compromiso es
discontinuo, alternando zonas normales y
afectadas, con úlceras aftosas o lineales amplias,
fisuras, fístulas, escasa o nula friabilidad,
estenosis e imagen en empedrado. Siempre
debiera intentarse la exploración endoscópica
del íleon terminal ya que su anormalidad
ayuda a confirmar el diagnóstico de EC.
HISTOLOGÍA
Se considera CU definitiva la inflamación aguda
con grave distorsión de criptas y depleción difusa
de células caliciformes. La inflamación es continua
y limitada a la mucosa. La vascularización está
incrementada. La CU es probable cuando la
inflamación mucosa es difusa con sólo leve o
moderada distorsión de las criptas y depleción
de caliciformes. Llamamos EC probable a la
inflamación focal submucosa o transmural con
agregados linfocíticos y de mínima inflamación
aguda. EC definitiva es cuando a los hallazgos
anteriores se agregan granulomas no caseosos
o fisuras (en pieza quirúrgica). Los granulomas
no caseosos se encuentran aproximadamente