

de un PCR extrahospitalario secundario a FV,
también fue un estudio aleatorio y los que
recibieron hipotermia presentaron un mejor
pronóstico neurológico. Estos trabajos y otros
estudios experimentales y clínicos son la base de
las recomendaciones de las sociedades científicas
a favor de la HT en el PCR.
Es necesario, sin embargo conocer el
comportamiento pediátrico en el SPP, antes de
implementar estas recomendaciones.
Durante los últimos años se le ha dado mayor
importancia a lo que ocurre luego de la
recuperación de la circulación efectiva,
definiéndose el síndrome post paro, en un
intento por mejorar los resultados a largo plazo
expresados en sobrevida y evolución neurológica
favorable.
Las guías clínicas de manejo de adulto comprenden
un conjunto de medidas que ha mostrado mejoría
en los resultados, estas medidas están enfocadas
hacia metas hemodinámicas: presión arterial
media (PAM), presión venosa central (PVC)
saturación venosa central de oxígeno;
respiratorias: normoxemia y normocapnia,
homeostasis metabólica: normonatremia y
normoglicemia además de hipotermia controlada
como medida neuroprotectora en un esfuerzo de
resucitación cerebral que resulte promisorio.
Estudios pediátricos han mostrado que la
aparición de fiebre en las primeras
24
horas post
PCR es frecuente (>
40
%) y poco predecible, se
sabe que es deletérea y que puede empeorar
el pronóstico neurológico, por lo que la
recomendación de las guías de la AHA y del PALS
es evitar la fiebre (
2005
y
2010
).
Aún cuando no existe evidencia de la utilidad de
la hipotermia terapéutica en pacientes pediátricos,
las guías internacionales de RCP de la American
Heart Association, de European Resuscitation
Council y de ILCOR la recomiendan con evidencia
IIb en los niños que logren circulación espontánea
y se mantengan en coma y IIa en adolescentes
que presenten FV fuera del hospital.
Aunque existen aún muchas preguntas sin
respuesta respecto a la Hipotermia Terapéutica,
básicamente que grado usar, por cuanto tiempo
y con qué velocidad llegar a los grados
propuestos y luego recalentar, la recomendación
actual es manejar el SPP en forma estandarizada
en un protocolo guiado por metas que incluye
hipotermia leve controlada por
48
horas, la
que debe iniciarse antes de 6 horas post RCE
y llegando a hipotermia de
33
°C (
32
a
34
°C)
lo antes posible, más el conjunto de metas
hemodinámicas, respiratorias y metabólicas.
Es posible inducir hipotermia terapéutica a través
de medidas físicas: aplicación de hielo a la piel
e infusiones ev frías o través de una frazada
o colchón que use agua con un sistema servo
controlado que mide la temperatura del paciente
y la lleva a la temperatura fijada en el equipo.
Existen en Chile centros que cuentan con equipos
de este tipo siendo el más usado Blancketroll, la
mayoría no tiene sistemas servo controlados.
Usar sistemas de este tipo es más efectivo en
lograr la meta de hipotermia, mantener la
estabilidad de la temperatura, en el retorno
controlado a la normotermia y en presentar
menos reacciones adversas asociadas a la
hipotermia no controlada como: arritmias,
coagulopatías o infecciones.
7
Noviembre
2013.
Volumen
12
-
N
°
55