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Manejo inicial de la cetoacidosis

El tratamiento de la cetoacidosis tiene como objetivo central la corrección de la acidosis y la

prevención del edema cerebral, complicación que puede generar secuelas e incluso la muerte. El

tratamiento contempla la corrección de la acidosis, hiperglicemia, deficiencia de volumen, altera-

ciones hidroelectrolíticas y prevención de las complicaciones.

En los pacientes con diagnóstico previo de diabetes se sugiere evaluar el factor desencade-

nante del cuadro, que en general suele corresponder a omisión de inyecciones, desconexión de

bomba de insulina y/o presencia de enfermedades concomitantes.

Al ingreso se debe evaluar hidratación, hemodinamia y estado de conciencia, y se deben

entregar las siguientes medidas de sostén: Sonda nasogástrica, vía venosa periférica (no se re-

comienda el uso de catéter central por riesgo de trombosis venosa), monitorización cardíaca y

oxígenoterapia en

shock

.

El laboratorio al ingreso debe incluir: Glicemia, gases venosos, electrolitos plasmáticos,

β

hidro-

xibutirato o cetonemia, nitrógeno ureico, creatininemia, osmolalidad sérica, calcemia y fosfemia,

reactantes de fase aguda, cultivos y otros exámenes frente a sospecha de infección.

Etapa 1: Expansión volumen intravascular con suero fisiológico

El objetivo es la expansión del espacio intravascular para lograr una buena perfusión de te-

jidos periféricos y permitir que el aporte exógeno de insulina pueda acceder a tejido esplácnico

y muscular y disminuir las hormonas de contrarregulación. Durante esta etapa, no se pretende

corregir la deshidratación.

En los niños que tienen buena perfusión periférica, usar suero fisiológico 20 ml/kg en 2-3

horas. Con la hidratación inicial, aún antes de usar insulina, es frecuente que la glicemia baje en

forma significativa secundaria a la reperfusión renal y aumento de la glucosuria. Durante esta

etapa es habitual que la glicemia disminuya > 100 mg/dl por hora, y no es causa de alarma. Sólo

en aquellos pacientes con mal llene capilar utilizar suero fisiológico 20 ml/kg en 1 hora, repetir

sin sobrepasar los 30 ml/kg. No se aconseja el uso de coloides.

Posterior a la primera etapa de hidratación inicial, comenzar con suero fisiológico con un

cálculo del volumen basal sumado al déficit, administrados en 48 horas, sin sobrepasar 1,5-2

veces el volumen de mantención (

3-3,5 l/m

2

superficie corporal/día). Debido a la presencia de

hiperosmolaridad, propia de la cetoacidosis, el reemplazo de volumen inicial se realiza con solución

sodio 140 meq/L en forma pareja durante 24-36 horas, para evitar el edema cerebral.

El potasio (40 meq/L) se agrega a la solución una vez que se comprueba diuresis y se descarta

una hiperkalemia severa. La administración de fosfato se reserva sólo para los casos de hipofos-

femia severa (< 1,5 mg/dl). La medición de diuresis debe ser horaria. Recordar que uno de los

motivos por los que no se logra bajar la glicemia ni disminuir la acidosis es el aporte insuficiente

de volumen.

Etapa 2: Insulinoterapia endovenosa

Se comienza la administración de insulina 1 a 2 horas después de iniciar la hidratación endo-

venosa, a una dosis de 0,05-0,1 U/kg/hora. Durante este período el paciente recibe dos infusiones

paralelas: La insulina y el suero fisiológico.

La administración de bicarbonato no ha demostrado

beneficios en estudios controlados, al contrario, se ha asociado con acidosis paradojal del sistema

nervioso central y constituye un factor de riesgo de edema cerebral. Sólo se debe usar bicarbonato

en infusión continua (1-2 mmol/kg en 60 minutos) cuando hay un pH menor 6,9.

El control glicémico es horario, gasometría venosa y electrolitos cada dos horas y realizar

balance hídrico estricto. El control de glicemia y de cetonas se puede realizar con método capilar.

Debemos procurar un descenso gradual de la glicemia posterior a la primera etapa de hidratación

(< 100 mg/dl/h) y no se recomienda el uso de insulina en bolos, ambos se han asociado a mayor

riesgo de edema cerebral.

Si el cambio de glicemia es mayor (glicemia < 250 mg/dl), pero la acidosis continúa (pH < 7,3),

no se disminuye la infusión de insulina

y se agrega aporte de glucosa con una infusión de suero

glucosado al 5%, sodio 70 meq/L, con potasio. Calcular un aporte de 1 U de insulina por 4 g de

glucosa. En esta situación el paciente queda con dos matraces: Insulina y solución glucosada con