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La caída brusca de la progesterona al final de un ciclo ovulatorio, produciría un incremento de
la actividad de la COX-2 elevando la concentración de prostaglandinas (PG) PGE2 y PGF2
α
, provo-
cando un aumento de la contractibilidad uterina (tono, frecuencia e intensidad). La concentración
de PG aumenta durante las primeras 48 horas de la menstruación lo que coincide con la máxima
intensidad de los síntomas. Varios estudios muestran que el aumento de PG se correlaciona con
el aumento del dolor y los síntomas acompañantes. Pacientes con dismenorrea severa tienen
mayores niveles de PG-F2
α
, vasopresina y leucotrienos que aquellas que tienen dismenorrea leve.
El aumento de los niveles de vasopresina puede producir contracciones uterinas anormales que
favorecen hipoxia e isquemia del miometrio, con acumulación de metabolitos ácidos, mecanismo
que contribuye al dolor. Y el aumento de los leucotrienos podría incrementar la sensibilidad de
las terminaciones nerviosas para dolor.
En la dismenorrea secundaria la etiología es variada y depende de la causa subyacente. Puede
ser por obstrucción al flujo menstrual, malformación del aparato genital femenino, inflamación,
infección, congestión venosa, miomas, adenomiosis y pólipos endometriales
Clínica
La
dismenorrea primaria
es un dolor pélvico de tipo cólico, sordo, irradiado a región lumbar
o parte alta de muslos, que comienza unas horas antes o junto con la menstruación. La intensi-
dad máxima del dolor coincide con el período de mayor volumen de pérdida sanguínea, 24 horas
después de iniciada la menstruación y persiste por 2 a 3 días. El dolor es variable, pero cuando la
intensidad es moderada a severa suele presentar síntomas acompañantes como fatiga, náuseas,
vómitos, diarrea, estreñimiento, astenia, mialgia, etc.
La dismenorrea primaria aparece en relación a ciclos ovulatorios, 6 a 12 meses posterior a la
menarquia.
La clínica de
dismenorrea secundaria
aparece de forma más tardía en la vida reproductiva y
sus características varían dependiendo de la enfermedad de base, sin embargo, debe sospecharse
cuando el dolor:
- Se inicia con la menstruación y va aumentando de intensidad los días siguientes mantenién-
dose durante el período de regla.
- Dura más allá del período de flujo menstrual.
- Cambia las características del dolor.
- No responde al uso de tratamiento hormonal.
Examen físico
La historia clínica es la base del diagnóstico de la dismenorrea primaria, lo que es corroborado
con un examen físico general y una inspección de los genitales normal. La necesidad de un exa-
men pélvico es excepcional y sólo se considera frente a pacientes con inicio de actividad sexual
que tengan dismenorrea moderada a severa y se sospeche una dismenorrea secundaria.
Laboratorio
Pruebas complementarias no son necesarias para realizar el diagnóstico de dismenorrea pri-
maria. Ante la sospecha, una beta hCG es útil para descartar un embarazo.
Una exploración ecográfica transabdominal normal refuerza el diagnóstico de dismenorrea
primaria, pero en general sólo se solicita en aquellos casos en que se sospeche una dismenorrea
secundaria.
Tratamiento
Para dar inicio al tratamiento de primera línea, sólo se necesita realizar una correcta anamnesis
que resulte compatible con dismenorrea primaria.
No conviene retrasar el inicio del tratamiento en espera de la evaluación por el subespecialista.