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Generalidades
Sofía Aros A.
CAPÍTULO 14
Los errores innatos del metabolismo (EIM) o enfermedades metabólicas (EM) son un grupo
de diversos desórdenes genéticos que producen anomalías en procesos bioquímicos celulares. Un
número importante de ellos son enfermedades monogénicas, de herencia autosómica recesiva.
Pero en la actualidad, se reconocen además condiciones dentro del grupo de los EIM en que pue-
de fallar un transportador o modificadores post transcripcionales de la expresión génica, dejando
atrás la creencia de que la falla de un gen produce el defecto de una enzima y esta a su vez un
solo fenotipo clínico.
Son individualmente poco frecuentes, pero han sido crecientemente identificados y son res-
ponsables de morbilidad severa, fundamentalmente del sistema nervioso central y de mortalidad.
Se manifiestan en la edad pediátrica, desde las primeras horas de vida y hasta la adolescencia
con síntomas y signos similares a otras patologías. No reconocerlas conduce a secuelas como
desnutrición, convulsiones, retardo mental e incluso la muerte. Estos daños pueden ser evitados
o significativamente reducidos por el reconocimiento y tratamiento precoz, antes de aparecer
los síntomas o en una etapa inicial de la enfermedad. Por ello y por las alternativas terapéuticas
actuales, el diagnóstico oportuno es el desafío al que se enfrenta el pediatra. El tratamiento tiene
como objetivo optimizar el estado nutricional y el desarrollo, y lograr máxima independencia,
integración social y autoestima durante la adolescencia y adultez. El manejo multidisciplinario
liderado por un especialista en EIM debe ser muy diligente.
La alteración genética se traduce en la deficiencia en la actividad de una enzima en una vía
del metabolismo intermediario, que resulta en conversión ausente o insuficiente de sustratos a
productos, en acumulación de metabolitos tóxicos, reducción de componentes esenciales y pre-
sencia de sustratos del metabolismo alternativo anormal. Estos tóxicos dañinos aumentan durante
una descompensación aguda o alcanzan niveles elevados en forma crónica, que pueden producir
daño neurológico y muerte. Se ha identificado cerca de 500 EIM. Cada error aislado es raro, pero
en conjunto, con los exámenes de pesquisa y su aplicación más universal se ha demostrado una
incidencia de hasta 1: 1.000-1.500. Causan aproximadamente el 2% de los ingresos a Unidades
de Tratamiento Intensivo Pediátrico, con mortalidad de 12 a 28%. Aproximadamente el 25%
tienen manifestaciones en el período neonatal.
La descompensación metabólica aguda puede ser precipitada por infecciones, traumatismos,
cirugías asociados a ayuno o baja ingesta oral.
La historia de consanguinidad y/o de un hermano previamente afectado debe hacer sospechar
una EM.
Su relevancia dentro del grupo de las enfermedades raras es que incluyen un grupo de pa-
tologías tratables, muchas de ellas particularmente beneficiadas por leyes de drogas huérfanas,
permitiendo el acceso a medidas seguras y eficaces para el tratamiento de sus síntomas y/o la
causa que las produce.
Según fisiopatología y con perspectiva terapéutica se puede dividir los EIM en:
Grupo 1
Enfermedades del metabolismo intermediario que llevan a una intoxicación por la acumula-
ción de metabolitos tóxicos proximales al bloqueo. No interfieren con el desarrollo embriofetal.
Presentan un intervalo de horas o días libres de síntomas y signos clínicos de intoxicación aguda
o progresiva. Hipercatabolismo, fiebre, enfermedades intercurrentes y transgresiones alimentarias
pueden producir descompensaciones agudas. La mayoría son tratables. Incluye: Aminoacidopa-
tías, la mayoría de las acidurias orgánicas, defectos del ciclo de la urea, intolerancia a azúcares,
intoxicación por metales y porfirias.