

Neumol Pediatr 2015; 10 (3): 101 - 105
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Trastornos respiratorios en niños con Síndrome de Down
ALTERACIONES DE LA VÍA AÉREA
Las alteraciones de la vía aérea son más frecuentes
que en niños sin SD con síntomas respiratorios persistentes.
Presentan alteraciones anatómicas y funcionales, tanto de la vía
aérea superior como inferior (10).
Las alteraciones de la vía aérea superior fueron
descritas en los TRS. En la Tabla 1 se describen las alteraciones
endoscópicas encontradas en vía aérea inferior en 24 pacientes
con SD que tenían síntomas respiratorios recurrentes,
destacando que 11 tenían más de una alteración (10). En otras
series, la laringomalacia (Figura 3) y traqueomalacia (Figura 4)
fueron las más frecuentemente descritas (10,11). La primera
se presenta con estridor inspiratorio, la traqueomalacia con
estridor inspiratorio o bifásico. La estenosis subglótica también
ha sido descrita más frecuentemente en niños son SD (12).
Dado la frecuente intubación de éstos pacientes (por cirugías
cardíacas y digestivas), es posible que sea más frecuente
la estenosis subglótica adquirida (4). Shott (13) estudió las
dimensiones de la tráquea en niños con SD con resonancia
TRASTORNOS RESPIRATORIOS DEL SUEÑO
Los trastornos respiratorios del sueño (TRS) son el
problema respiratorio más frecuente. El síndrome de apnea
obstructiva del sueño (SAOS) afecta a niños de cualquier
edad, con una prevalencia de 50-75% (dependiendo del
instrumento utilizado en la investigación: saturometría nocturna,
polisomnograma u otro), a diferencia de la prevalencia de 2%
en la población pediátrica general (1-3). De los niños con SD
que roncan, el 97% presenta SAOS de grado variable (4-6).
Las características anatómicas y dinámicas que contribuyen al
desarrollo de SAOS son la hipoplasia medio facial y mandibular,
vía aérea nasal estrecha, macroglosia relativa y glosoptosis,
hipertrofia amigdaliana y adenoidea, malacia de vía aérea,
obesidad, e hipotonía faríngea . Por esta última se produce un
colapso de los músculos faringeos durante la inspiración.
Los TRS tienen una amplia gama de síntomas y signos,
incluyendo ronquido, posiciones inhabituales al dormir, enuresis,
cansancio, falta de crecimiento, trastorno del aprendizaje, falta
de atención e inquietud psicomotora, falta de energía e iniciativa
en actividades escolares y además hipertensión pulmonar (4). Se
debe tener una alta sospecha en estos pacientes y no confundir
los síntomas de un posible SAOS con características propias del
SD. Existen estudios que muestran que los padres no detectan
los problemas para dormir, al comparar sus reportes con
polisomnografías (3, 6). La Academia Americana de Pediatría, en
su guía de supervisión de salud para niños con SD (7) recomienda
preguntar por síntomas de SAOS al menos una vez antes de los
6 meses y derivar si es necesario, después del año preguntar
por síntomas en cada consulta, y realizar una polisomnografía
a todos los niños con SD a los 4 años. Dado el alto costo de la
polisomnografía una alternativa es el uso de poligrafía (Figura 2).
El tratamiento debe incluir a todos los posibles
factores que contribuyen, bajar de peso en pacientes obesos,
realizar adenoamigdalectomía, tratamiento de rinitis. En caso
de persistir el SAOS puede ser necesario utilizar ventilación
no invasiva nocturna. Se describe la utilización de aparatos
dentales que mantienen permeable la vía aérea durante el
sueño, y tratamiento quirúrgico (8,9).
Figura 2.
Poligrafía que muestra apnea obstructiva en niña de 10 años con Síndrome de Down. (a) Ausencia de flujo nasal con (b) movimientos
torácico y abdominal y (c) caída de saturación hasta 89% después del evento.