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Neumol Pediatr 2017; 12 (3): 128 - 132

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Anillos vasculares en pediatría. Presentación de 2 casos

SÍNTOMAS

Los anillos vasculares corresponden al 1% de las

malformaciones congénitas cardiovasculares y se manifiestan

habitualmente en los primeros años de la vida, especialmente

durante los primeros meses (3). En el período de lactante se

requiere de un elevado índice de sospecha dada la alta prevalencia

de sintomatología respiratoria y digestiva. En algunos casos el

diagnóstico se retrasa por la concurrencia de patologías a las que

erróneamente se les atribuye la causa de síntomas respiratorios

como laringomalacia, papilomatosis, hemangioma y estenosis

subglótica o digestivos como reflujo gastroesofágico (5-7).

Si se comprime la vía aérea se presentan síntomas

como estridor, tos, sibilancias, dificultad respiratoria, apnea,

cianosis, crisis de sofocación. Dichos síntomas generalmente

son intermitentes, modificándose según posición, en general se

alivian en hiperextensión. Pueden confundirse con asma de difícil

manejo (9-11). Cuando resulta comprometida la vía digestiva,

por compresión del esófago los síntomas más frecuentes son

la disfagia, los vómitos y la desnutrición (7-12). No obstante, en

general son siempre más llamativos los síntomas respiratorios

(10).

ESTUDIOS DIAGNÓSTICOS

El diagnóstico de un niño con anillo vascular ha

cambiado sustancialmente en los últimos 15 años. Un punto clave

es que se debe realizar en forma escalonada (4), sin solicitar

estudios excesivos una vez que el diagnóstico ya está establecido.

Los estudios sugeridos son los siguientes: (9-12).

Radiografía de tórax

Debe ser el primer estudio a realizar. En la proyección

antero-posterior se puede identificar desviación traqueal en el arco

aórtico derecho y en el doble arco aórtico, desplazamiento anterior

de aquélla en la proyección lateral. Otros hallazgos radiológicos,

incluyen la presencia de hiperinsuflación o atelectasias lobares.

Esofagograma

Casi todos los anillos vasculares condicionan algún

tipo de impronta en el esófago. Actualmente este examen ha sido

desplazado por la tomografía computada.

Ecocardiografía 2D y Doppler color

Es capaz de diagnosticar en muchos casos el anillo

vascular y descartar la presencia de otras anomalías cardiacas

asociadas. Como limitaciones de este estudio, cabe señalar que

sólo puede identificar estructuras con flujo, por lo que no detectará

la presencia de estructuras fibroligamentosas que puedan formar

parte del anillo, además es operador dependiente.

Angiotac de tórax (AT) y angioresonancia magnética de

tórax (ARM)

Claramente pueden definir la anatomía vascular y de

la vía aérea y su relación tridimensional con una alta fiabilidad.

La ventaja de la AT es la rapidez de adquisición de los datos,

lo que obvia en muchos casos la necesidad de sedación. Como

desventaja está la irradiación a la que se expone al paciente y

la utilización de medio de contraste. Permite la reconstrucción

multiplanar. La ARM no emplea radiación, ni ningún medio de

contraste iodado, sin embargo precisa tiempos de adquisición

mucho más largos.

Cateterismo cardiaco y angiografía

Se reserva para aquellos casos en los que por su

complejidad, no llega a definirse de una forma clara la anatomía

de todas las estructuras vasculares implicadas en el anillo, y

también cuando se requiere definir otras anomalías cardiacas

asociadas.

Fibrobroncoscopía

Es fundamental en el diagnóstico diferencial de

estridor. Debe ser considerada cuando se sospeche la existencia

de anomalías primarias de la tráquea y los test de imagen no

invasivos no sean concluyentes. También permite estimar si

existe compresión pulsátil de la vía aérea, grado de estenosis

que producen dichas anomalías vasculares sobre la misma y la

presencia de malacia en la zona comprimida por el vaso.

Curva flujo/volumen

En niños que logran colaborar puede evidenciar

obstrucción fija o variable de la vía aérea central.

TRATAMIENTO

En el caso de los anillos vasculares asintomáticos u

oligosintomáticos, estos deben ser sometidos a observación y

seguimiento estricto (9,12,13), en cambio en los sintomáticos

se procede al tratamiento quirúrgico, que consiste en pexias o

resecciones, las cuales habitualmente presentan resultados

satisfactorios (14-15).

CONCLUSIÓN

Cuando se presenta un niño con respiración ruidosa

y disfagia debe haber una alto índice de sospecha de un anillo

vascular. La evaluación diagnóstica debe iniciarse con una

radiografía de tórax, observando la situación de la tráquea. La

broncoscopía es de utilidad para descartar patología traqueal y

evaluar grado de traqueomalacia en la zona adyacente al vaso

anómalo. Actualmente, la tomografía computada establece

el diagnóstico anatómico, y si se requiere un mayor detalle se

solicita una resonancia nuclear magnética. Los niños con anillo

vascular deben tener un ecocardiograma porque cierto porcentaje

se asocia a cardiopatía congénita.

Los autores declaran no presentar conflicto de intereses