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de vista clínico es favorable, sin tos ni expectora-
ción. La velocidad de eritrosedimentación, leuco-
citosis y proteína C reactiva descienden en forma
significativa. Al momento de esta redacción el
paciente sigue en tratamiento con amoxicilina
en su tercer mes. La radiografía actual (Figura 5)
muestra en el lóbulo superior derecho una lesión
residual cavitada de menor tamaño y regresión de
opacidades pulmonares basales.
Discusión
El compromiso torácico en la actinomico-
sis constituye aproximadamente el 15% de las
actinomicosis humana, menos frecuente que la
forma cérvicofacial y la abdominopélvica con
una prevalencia mayor
1-7
. Es una rara causa de
infiltrados pulmonares crónicos, la mayoría de
las veces el microorganismo causal es el
Acti-
nomyces israelii.
Se han identificado 8 especies
patógenas para el hombre, una de estas es el
Ac-
tinomyces odontolyticus
, que raramente produce
infecciones tóraco-pulmonares. Bassiri y cols.
12
,
recopilaron sólo 2 casos en 1996, después se ha
ido acumulando evidencia de esta especie como
agente patógeno
9
. El cuadro clínico no presenta
diferencia alguna con la actinomicosis por
A. is-
raelii.
Estos microorganismos forman parte de la
flora orofaríngea habitual y especialmente abun-
dante con la sepsis oral debida a caries dentarias
y gingivitis. Nuestro paciente es edentado y tuvo
una gingivitis asociada a su prótesis que nosotros
no detectamos al examen físico de ingreso; sus
antecedentes de diabetes mellitus y daño pulmo-
nar tabáquico, lo hacen más susceptible, a pesar
de que no es un agente oportunista, puede existir
mayor susceptibilidad en inmunocomprometidos
(v.gr.trasplantes)
10,11
. La aspiración de secre-
ciones contaminadas parece ser el mecanismo
de penetración hacia los bronquios donde puede
penetrar los tejidos del pulmón, pleura, pared
torácica y fistulizarse hacia el exterior como se
veían con alguna frecuencia en la antigüedad.
Esta característica de no respetar las barreras
anatómicas, presente en nuestro caso es un buen
argumento para plantear la presencia de una acti-
nomicosis
12-15
. Con la mejoría de las condiciones
de salud general y dentaria de la población se ha
observado una disminución en la frecuencia de
la enfermedad lo que trajo como consecuencia
que haya desaparecido dentro del diagnóstico
diferencial de infiltrados pulmonares crónicos,
siendo sobrepasado por causas más prevalentes
como tuberculosis, infecciones micóticas, cáncer
pulmonar, neumonía organizada, infarto pulmo-
nar o vasculitis. El diagnóstico requiere el cultivo
del actinomices en una muestra no contaminada
por las secreciones bucofaríngeas o una histo-
patología característica. La biopsia pulmonar
por punción transtorácica
16-19
guiada bajo TAC
constituye un procedimiento menos invasivo y
de rendimiento aceptable con la condición que se
tomen múltiples muestras, ya que la distribución
de los microorganismos en la lesión no es uni-
forme, además el
Actinomyces odontolyticus
no
produce los “gránulos de azufre” como los otros
componentes de la especie, como se describe
clásicamente
9
. Otra alternativa diagnóstica es la
biopsia pulmonar abierta la que con frecuencia se
lleva a cabo por la sospecha de un cáncer pulmo-
nar, por hemoptisis recurrente después del fracaso
de embolización arterial y por supuración y sepsis
no controlada. Es importante que el médico clíni-
co sospeche el diagnóstico a fin de comunicar al
laboratorio de bacteriología que realice el cultivo
en medio enriquecido y en condiciones de anae-
robiosis y busque en la tinción de Gram agentes
con morfología característica. El cultivo de los
actinomices es lento por lo cual se debe mantener
por lo menos 14 días. Otros métodos como la
broncoscopía, biopsia transbronquial y punción
transbronquial no han demostrado mayor utilidad
en los caso comunicados en la literatura salvo
cuando hay una lesión endobronquial evidente.
El lavado broncoalveolar no es útil, ya que la so-
lución salina utilizada y la exposición al aire de la
Actinomicosis torácica
04.02.2013
Figura 5.
Radiografía de tórax al 3
er
mes de tratamiento
antibiótico oral. Destaca regresión del tamaño de la ca-
vidad del lóbulo superior derecho y la desaparición de
opacidades basales bilaterales.
Rev Chil Enf Respir 2014; 30: 40-45