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de donantes la que pone trabas al desarrollo de
los trasplantes
2
.
Desarrollo
El trasplante de pulmón, actualmente es la
última opción terapéutica aceptada para algunas
enfermedades pulmonares no neoplásicas que
alcanzan un daño avanzado e irreversible debido
a numerosos factores, pero principalmente, pro-
gresión de la enfermedad de base y sus compli-
caciones. Al momento de proponer un paciente
respiratorio para trasplante, la sobrevida no debe
superar los dos años, planteado el diagnóstico
por expertos. Actualmente, este procedimiento
está avalado con la realización de más de 25.000
trasplantes pulmonares en todo el mundo
3
. Por
ejemplo, en España, país referente en materia
de donación-trasplantes, se han realizado 3.225
trasplantes pulmonares desde el año 1990 hasta
2013, lo que representa alrededor del 6% del
total mundial. La indicación más frecuente para
los adultos en España es el enfisema/Enfermedad
Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), seguido
de la fibrosis pulmonar idiopática. Entre ambas
suponen más del 60% del total de las indicacio-
nes. El tipo de procedimiento varía en función
de la indicación del trasplante, siendo de tipo
bilateral para la mayoría de los casos de fibrosis
quística, lo que constituyó el 100% de los casos
en 2009 y 2010. El trasplante unilateral predomi-
na en los pacientes con fibrosis pulmonar, aunque
parece ir aumentando la realización de trasplantes
bilaterales en los dos últimos años. En el caso de
enfisema/EPOC el tipo de trasplante es casi el
50% para cada tipo de procedimiento
4
.
“La limitación de los recursos y, sobre todo,
la escasez de donantes, nos obliga a evaluar este
procedimiento por su eficiencia, además de por
su eficacia. En el caso del pulmón, para saber
si nuestro proceder es eficiente, es fundamen-
tal evaluar sus riesgos y los resultados a corto
y largo plazo en las diferentes situaciones. El
candidato a trasplante pulmonar es un paciente
grave e irreversiblemente enfermo que presenta
un equilibrio inestable. En España, la media del
tiempo de espera para el procedimiento está en
torno a los 90 días, durante los cuales el pacien-
te puede presentar una descompensación de su
enfermedad de base y requerir su ingreso en una
unidad de cuidados intensivos e incluso soporte
ventilatorio. En esta situación la mortalidad es
muy elevada, próxima al 100% si no se supera el
proceso en pocos días. El riesgo de muerte súbita
es también muy elevado entre los pacientes con
hipertensión pulmonar primaria severa y rebelde
al tratamiento”
5
.
Por otra parte, la principal ventaja del trasplan-
te bipulmonar apunta a “que el manejo postope-
ratorio resulta más sencillo, al observarse una
menor lesión de reperfusión que en el trasplante
unipulmonar. Además, existe una mayor reserva
pulmonar cuando aparece la bronquiolitis oblite-
rante. A largo plazo, la ventaja más importante
del trasplante bipulmonar sería una supervivencia
mayor a la del unipulmonar”
6
.
La culminación exitosa de un proceso de esta
naturaleza no es tarea fácil, ya que influyen va-
riados factores como histocompatibilidad, lista
de espera, capacidad de procuración, esquemas
dispuestos para el transporte de órganos, factores
geográficos, equipos médico-quirúrgicos orga-
nizados y centros dedicados a trasplante, costos
globales económicos, entre otros.
Si se toma como ejemplo el modelo español,
con vasta experiencia en un programa consoli-
dado de trasplantes, se advertirá las grandes di-
ferencias con nuestro país, con 3.225 trasplantes
de pulmón y 80 de corazón/pulmón
7
, hasta 2013,
cifras muy por encima de nuestra realidad. Se
debe considerar que el tamaño de la población
de España es considerablemente mayor que el de
la población de Chile, de manera que para hacer
comparaciones entre ambos países se deberían
aplicar tasas.
En Chile, durante el año 2013 se efectuaron
31 trasplantes pulmonares, 19 de ellos pertene-
cientes al sector FONASA y 12 a ISAPRE. En el
Hospital del Tórax, se realizaron 18 trasplantes
de los 31 realizados en total
8
. Comparativamente,
en España se realizaron en el mismo año, 285
trasplantes pulmonares
7
(Figura 1a).
En cuanto a la donación de órganos, las cifras
son elocuentes en valores absolutos: en 2013
hubo 1.655 donantes en España
9
, mientras que en
Chile, los donantes fueron apenas 103 personas
10
.
Sin embargo, podemos comparar la tasa de dona-
ciones en Chile y España (Figura 1b), las cuales
son 5,9 pmp (por millón de población)
versus
35,3 pmp respectivamente
11
.
Estos datos son actuales, su evolución se apre-
cia en la serie temporal, de trasplantes pulmona-
res en Chile y España (Figura 1a) y en el número
de donantes de órganos por millón de habitantes
en ambos países entre 1998 y 2013 (Figura 1b).
Una consecuencia directa de esta situación
es que actualmente la lista de espera en Chile
asciende a 1.370 pacientes, y de ellos, 45 están
esperando un trasplante pulmonar
8
. En España
el primero de enero del año 2013 se encontraban
en lista de espera para trasplante de pulmón 204
L. Lara C. et al.
Rev Chil Enf Respir 2014; 30: 219-224