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Examen pupilar y estudio de la Anisocoria

Defecto pupilar aferente relativo en reversa:

Este fenómeno puede ser útil cuando la pupila

de un ojo no se puede ver (opacidades de

la córnea, hifema, etc.) o cuando la pupila

debido a sinequias está inmóvil. En estos

casos se puede evaluar la condición del nervio

óptico antes de recomendar un transplante

de córnea u otros procedimientos como

remoción de cataratas, etc. Ejemplo de esto es

un paciente que ha tenido múltiples cirugías

en el ojo izquierdo debido a glaucoma severo

y catarata, y la pupila está distorsionada y no

reactiva. El ojo derecho tiene una neuropatía

óptica isquémica con severa pérdida de visión.

La pupila derecha es la que tiene DPAR.

La pupila derecha reacciona rápidamente

a la luz consensual que se aplicó en el ojo

izquierdo, pero después se redilata cuando

se dirije la luz directamente a ella, lo que

indica la presencia de un defecto pupilar

aferente relativo.

CONDICIONES QUE PRODUCEN

DPAR:

1) Alteraciones del nervio óptico

Las

neuropatías ópticas

unilaterales son las

causas más comunes de DPAR. Si la condición

es bilateral y simétrica, no habrá DPAR.

Neuritis óptica:

aunque la neuritis óptica

sea ligera con mínima pérdida de visión, el

defecto pupilar es severo.

Neuropatía óptica isquémica:

incluye la arteritis

de células gigantes y las de origen no arterítico.

Usualmente, además de la pérdida de visión,

habrá un defecto altitudinal inferior en el

campo visual.

Glaucoma:

aunque esta enfermedad es por

lo general un proceso bilateral, si un nervio

óptico presenta un daño mayor que el otro,

se observará un defecto pupilar.

Neuropatía óptica traumática:

esto incluye

traumas directos al globo ocular, la órbita

y a veces el cráneo. Estos pueden dañar el

nervio óptico en su paso a través del canal

óptico hacia el cerebro.

Tumores del nervio óptico:

esta causa es rara

y comprende tumores primarios del nervio

óptico (gliomas, meningiomas) o tumores

que comprimen el nervio óptico (adenomas

de hipófisis).

Enfermedades de la orbita:

incluye daño por

compresión del nervio óptico por enfer-

medades como el hipertiroidismo, tumores

orbitarios y malformaciones vasculares.

Daño por radiación del nervio óptico

Otras neuropatías

ópticas tal como neuropatía

óptica de Leber (eventualmente bilateral) y

neuropatías ópticas heredadas.

Infecciones o Inflamaciones del nervio óptico:

la criptococosis en la persona inmuno

comprometida puede causar una infección

severa del nervio óptico. La sarcoidosis

también puede causar inflamación del

nervio óptico.

Atrofia óptica posterior a edema de papila:

esto es usualmente bilateral.

Daño quirúrgico al nervio óptico:

esto incluye

el daño causado por la anestesia retrobulbar,

daño producido por una hemorragia orbitaria

relacionada a cirugía, etc.

2) Alteraciones de la retina

Una enfermedad que afecte la retina, en forma

bilateral y simétrica, no causa una pupila de

Marcus Gunn. De hecho los desórdenes de

la retina tienen que ser muy severos para

producir clínicamente un defecto aferente

de la pupila.