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Anales Oftalmológicos

Tomo V Vol. IV N˚1 2008 Santiago - Chile

Enfermedad retinal isquémica:

la forma

isquémica de la obstrucción de la vena central

de la retina, oclusión de la arteria central de

la retina, oclusión severa de rama venosa o

arterial y retinopatías severas asociadas a

la diabetes.

Enfermedad ocular isquémica (síndrome ocular

isquémico):

esto usualmente proviene de la

obstrucción unilateral de la arteria carótida

u oftálmica.

Desprendimiento de retina:

el defecto pupilar

se observa si la mácula está comprometida o

si el desprendimiento afecta a dos cuadrantes

o más.

Degeneración macular severa:

se observa

si afecta a la mácula unilateralmente y la

lesión es grande (agudeza visual menos de

20/400).

Tumores intraoculares:

los tumores retinales

o coroideos (melanomas, retinoblastomas y

lesiones metastásicas), si son extensos pueden

producir un defecto pupilar.

Infecciones de la retina:

citomegalovirus, herpes

simplex y otras causas de retinitis pueden

llevar a un defecto pupilar si la enfermedad

afecta a gran parte de la retina.

3) Ambliopía

Si es severa (con visión de menos de 20/400

o peor) puede producir un defecto pupilar.

4) Enfermedad cerebro vascular (derrame o

trombosis cerebral)

Usualmente produce una pupila de Marcus

Gunn cuando el nervio óptico está afectado,

aún más que cuando el tracto óptico o la

corteza visual están comprometidos. Sin

embargo, tiende a haber un porcentaje mayor

de fibras nerviosas que cruzan versus a las

que no cruzan el quiasma óptico. Así, en un

paciente con una hemianopsia homónima,

debido a una lesión del tracto óptico, el

defecto pupilar se manifestará en el ojo que

demuestra la anomalía del campo visual

temporal. La retina nasal sirve al campo

visual temporal, y estas son las fibras que

se cruzan en el quiasma.

CONDICIONES QUE “NO”

PRODUCEN DPAR:

1. Error de refracción

(aún extremo).

2. Opacidad del medio:

si la prueba se hace

con una luz suficientemente fuerte, no habrá

defecto pupilar.

3. Cirugía ocular previa

(a menos que haya una

complicación, o enfermedad retiniana previa.)

4. Estrabismo.

5. Condiciones que producen un defecto pupilar

“eferente”.

Parálisis del tercer nervio craneal

Pupila de Adie

Síndrome de Horner

6. Enfermedades retinales leves.

Retinopatía diabética inicial

Coriorretinopatía serosa central

Oclusiones venosas no isquémicas

Degeneración macular senil en etapas

tempranas

7. Condiciones que típicamente son bilaterales

y simétricas

Retinitis pigmentosa bilateral

Neuropatía óptica metabólica o

nutricional

8. El infarto cerebral generalmente no causa

DPAR.