

3
Abril
2011.
Volumen
10
-
N
°
44
Desde el descubrimiento de los virus en
1899
(Martinus Beijerinck, virus del mosaico del
tabaco) y su posterior relación etiológica
con diversas enfermedades infecciosas en
el ser humano, se han producido profundas
modificaciones en la conducta médica clínica.
Los estragos causados por la viruela y el
sarampión han quedado en el pasado. El
último caso de viruela registrado en el mundo
correspondió a Somalia en
1977
, declarándose
al planeta Tierra libre de este flagelo el año
1980
, aunque persiste el riesgo potencial de
su reaparición dado que existen dos centros
autorizados por la OMS de reserva del virus
salvaje de viruela. En la década posterior a su
erradicación la vacuna antivariólica que aún
estaba en uso, fue causa de complicación y
muerte, hasta que fue suspendida y ojalá en
forma definitiva. Anecdóticamente, en Chile se
siguió sospechando viruela en algunos casos
de individuos vacunados (casos que
correspondieron a enfermedad por vacuna) y en
varicela durante la pubertad y adolescencia,
etapas del desarrollo en que esta enfermedad
infectocontagiosa tiene particular virulencia.
Respecto a sarampión, la introducción de la
vacuna en
1963
se acompañó de una paulatina
disminución de la enfermedad en todos los
países en que fue incluida en los programas
sistemáticos de inmunización, particularmente
EE.UU., aunque la vacuna inicialmente
usada a virus muerto (cepa Edmonston)
tuvo importantes efectos secundarios. La
Panencefalitis esclerosante subaguda severa
complicación del sarampión hoy ya es cosa del
pasado e importante consecuencia de la masiva
vacunación a virus vivo atenuado. Al igual que
en viruela, los últimos años se han cometido
diversas confusiones con sarampión, siendo un
hecho conocido las dificultades en el diagnóstico
diferencial con dengue, sobre todo en los países
en que ésta enfermedad viral infectocontagiosa
es endémica, dificultades en su diferenciación
con adenovirus cuando éste último cursa con
exantema (particularmente en la epidemia de
1988
en Chile) y estos últimos años con la
Enfermedad de Kawasaki, en aquellos países en
que aún coexisten ambas enfermedades.
Por último, la poliomielitis por virus salvaje fue
erradicada del continente americano en
1995
,
habiéndose observado el último caso en la
Sierra del Perú en
1990
. El Dr. Gonzalo Moraga
Fuenzalida le dedica su memoria de título en
1913
a este flagelo, reportando su experiencia
en
80
casos. En la actualidad, existe vigilancia
epidemiológica en todos los casos de Parálisis
fláccida, dada la persistencia de poliomielitis en
otros continentes, su confusión con el Síndrome
de Guillain Barré y la ocasional presencia de
poliomielitis por virus vacuna, morbilidad que se
ha visto aminorada en aquellos países en que se
utiliza la vacuna a virus muerto (Salk). De hecho
en
EE.UU., la poliomielitis paralítica observada,
ha sido enteramente atribuible a virus polio vivo
atenuado (poliomielitis paralítica asociado a
vacuna). Los dos últimos casos de poliomielitis
por virus salvaje en Chile fueron comunicados
en
1975
, uno de los cuales tuve oportunidad
.
EDITORIAL
.
DE LA “VIROSIS” AL DIAGNÓSTICO VIROLÓGICO ACTUAL
Dr. Francisco Barrera Q.
Pediatra, Neonatólogo, Servicio de Pediatría, Hospital Clínico San Borja Arriarán.