

casos incompletos en los pacientes menores
de
1
año. Por otro lado se demostró que la
prevalencia de anomalías coronarias fue de un
11,8
%, con mayor prevalencia en los pacientes
que no cumplen todos los criterios y en aquellos
menores de
1
año
(9)
.
En un estudio publicado en la Revista Chilena
de Pediatría el año
2001
, Schonhaut y
cols demuestran un porcentaje de
16
% de
Kawasaki atípico (asociado o no a anomalías
coronarias) en un grupo de
60
niños, de los
cuales ninguno presentó anomalías coronarias,
sin otras diferencias clínico epidemiológicas
en relación a cuadro clásico
(11)
.
Otro estudio en Corea del Sur del año
2002
evalúa retrospectivamente
132
casos de EK,
demostrando una prevalencia de un
15
% de
Kawasaki incompleto (teniendo como requisito
anomalía coronaria), sin diferencia en edad
de presentación, en duración de los días
de fiebre ni en la presencia de anomalías
coronarias respecto al síndrome clásico
(6)
.
El año
2007
, Sonobe et al realizan análisis de
la
17
° encuesta japonesa de la EK publicada en
año
2003
. Esta encuesta evalúa a cerca del
90
%
de los pacientes afectos entre los años
2001
y
2002
, logrando obtener
15.857
fichas clínicas, y
de ellas el
16.1
% corresponden a casos atípicos
(con o sin anomalías coronarias), los cuales
predominan en menores de
1
año y mayores de
5
años. A su vez, las anomalías coronarias tienden
a ser más frecuentes en los pacientes que no
cumplen todos los criterios y fundamentalmente
en aquellos que tienen
3
o menos de éstos.
Por último, un estudio recientemente publicado,
que revisa la historia de
136
pacientes en Corea
del Sur, demuestra la cifra de un
56,6
% de
cuadro atípico. La presentación de anomalías
coronarias ascendió a un
12
% y se presentan
fundamentalmente en pacientes con menos de
4
criterios diagnósticos y también en aquellos que
presentan una mayor duración de la fiebre y por
sobretodo en aquellos que tienen más días de
fiebre antes de recibir tratamiento con IG
(10)
.
¿CÓMO ENFRENTAR LA SOSPECHA
DE KAWASAKI INCOMPLETO?
Evaluando lo descrito previamente, el diagnóstico
diferencial de Kawasaki incompleto es bastante
amplio y complejo, en parte dado por el
desconocimiento de la etiología lo que no ha
permitido obtener un test que permita hacer el
diagnóstico de certeza y tampoco el laboratorio
convencional otorga hallazgos propios de la
Enfermedad de Kawasaki. Todo lo anterior cobra
especial relevancia cuando no existen todos los
criterios presentes. Si sumamos el hecho de
que la evidencia disponible no es abundante, la
Academia Americana de Pediatría (AAP) sugiere
un algoritmo de estudio y manejo de Kawasaki
Incompleto basado sólo en recomendaciones de
expertos (Evidencia Clase C) y que enfatiza su
uso valorando las características clínicas de
cada paciente.
CONCLUSIONES
En nuestro país, la Enfermedad de Kawasaki
tiene una incidencia relativamente baja, sin
embargo no existen estudios que permitan
caracterizar en forma clara la incidencia del
cuadro incompleto. El diagnóstico de Kawasaki
incompleto es bastante complejo y requiere
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