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se había distinguido durante su beca por su
pensamiento claro, por una enorme capacidad
de estudio y una simpatía y sentido del humor
fuera de lo común, es llamado a cumplir elevadas
funciones en el Ministerio de Salud y ya no
regresa al servicio.
A su partida, es contratado en el cargo el Dr.
Enrique Álvarez Lira, también post becado que
terminaba su formación.
En ese tiempo, el policlínico había nuevamente
cambiado de lugar y ahora nefrología y las demás
especialidades pediátricas, atendían en un añoso
galpón frente al edificio de la universidad (actual
Chunchito); actualmente esa construcción está
destinada a talleres y mantención.
El manejo de los pacientes con insuficiencia renal
crónica se limitaba a terapias de apoyo, el
trasplante renal en niños era aún una quimera
reservada para los mayores y la diálisis peritoneal
crónica estaba aún más lejos.
El primer catéter de diálisis crónica fue instalado
en nuestro servicio solo el año
1982
.
Desde fines de la década de los
70
y comienzos
de los
80
se asiste a un lento renacer de la
nefrología infantil en el hospital.
Los nefrólogosque reciénestábamos formándonos,
contamos siempre con el incondicional y generoso
apoyo de Bernardo Valdés tanto en la parte clínica
como en los procedimientos. Bernardo sufría y se
estresaba más que nosotros cuando nos guiaba
en nuestras primeras biopsias.
Y Jorge Weinberger siempre tenía una explicación
fisiopatológica profunda y certera cuando le
planteábamos algún problema clínico.
Luego de esos primeros años de formación, se
refuerza la docencia con participación en la
formación de los becados del servicio y se proyecta
la presencia del equipo fuera de los límites del
hospital conla incorporacióna laramadenefrología.
El año
82
, llega al hospital el Dr. Roberto
Jodorkorsky, nefrólogo infantil formado en la
universidad Albert Einstein de Nueva York. Alto
y de aspecto desgarbado, estuvo dos años antes
de volver a USA (Baltimore) período durante el
cual nos permitió disfrutar de su solidez de
conocimientos y de su caballerosidad.
A comienzos del año
85
, inicia su formación en
nefrología el Dr. Francisco Cano Sch. Con una
enorme capacidad de estudio y espíritu crítico,
a pesar del corto tiempo que permaneció con
nosotros dejó en el equipo una huella imborrable.
El Dr. Cano, terminó su formación en el Calvo
Mackenna donde ha continuado una carrera llena
de logros tanto en el servicio como en la
Universidad de Chile.
A fines de los
80
, se incorpora al equipo la
Dra. Laura García de Cortázar García de Cortázar,
de raíces vascas y de una simpatía innata
llegó a refrescar y reforzar el grupo de trabajo,
haciéndose cargo de los estudios urodinámicos e
incorporándose a la docencia de pre y post grado.
El año
2002
regresa de su post beca en Arica el
Dr. Jean Grandy Henríquez y se incorpora al equipo
de Nefrología. Estudioso, inquieto y amante de la
fisiología y de la fisiopatología, permanece dos
años en el hospital y luego, motivado por su
necesidad de aprender cosas nuevas, se contrata
en el Hospital Exequiel González Cortés donde en
poco tiempo organiza y pone en marcha un centro
de hemodiálisis pediátrica y actualmente es el jefe
del equipo nefrológico de ese hospital.
Satisfaciendo la necesidad de renovación y de
continuidad en el tiempo, el año
2010
llega al
equipo la Dra. Carolina Pacheco Méndez, con la
responsabilidad de transformarse en el tiempo
en el recambio de generación.
Lo que viene después, ya no es historia, es lo que
estamos viviendo hoy.
Octubre
2013.
Volumen
12
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N
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