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Septiembre
2014.
Volumen
13
-
N
°
58
Inés López, Nana Schlessinger y Rosita Díaz.
Junto a ello, se desempeñó por largos años en
el Servicio de Urgencia del Hospital Arriarán, en
donde era admirado por sus excelentes registros
de historias clínicas y certeros diagnósticos. En
dicho servicio de Urgencia cultivó grandes
amistades que perduraron hasta sus últimos años,
entre ellos los Drs. Luis Cueto S., Miguel de la
Fuente V., Martín Valenzuela, Rafael Salinas, Carlos
Saavedra V., Cardenio Jaramillo P. Dicha amistad
se mantendría en la “Tertulia de los días martes”,
espacio de reunión y conversación de temas de
alto nivel cultural que se realizaban en el Café
Literario o el Colonia, acompañado además por
sus entrañables amigos Sergio Córdova L., Oscar
Román A., Silvio Ronconi S., Luis Díaz Q., Eduardo
Welch W. y otros (ocasionalmente se invitaba a
alguna personalidad pública). Largos años de
profunda amistad con nuestro Hematólogo de
adultos Dr. Hernán García Lovazzano. En el
Hospital Clínico San Borja Arriarán, sucedió al
Dr. Steckel en la Jefatura de la especialidad.
Posteriormente, a fines de la década de
1980
e
inicios de
1990
se desempeñó en el cargo de Sub
Director Médico del HCSBA. En sus últimos años
de permanencia en nuestro hospital participó
activamente en el Comité de Ética científico y
asistencial del Servicio de Salud Metropolitano
Central y Hospital Clínico San Borja Arriarán. Sus
últimos años de desempeño profesional fueron
en el Hospital Regional de Coyhaique, haciendo
importantes esfuerzos para contribuir al mejor
manejo de las enfermedades hemato-oncológicas,
fortalecimiento de la Unidad transfusional y de
Hemoderivados, participando activamente con su
dilatada experiencia en el manejo de pacientes
de su especialidad y de alta complejidad en la
XI Región. Siempre manifestó gran afecto y
mantuvo estrechos lazos con su querido Hospital
Clínico San Borja Arriarán. Especial interés por la
lectura y hábito por escribir, sorprendiéndole su
deceso en momentos en que preparaba un escrito
relativo a la historia de la Hemato-Oncología en
nuestro país y en el Hospital Manuel Arriarán.
Antes de su retiro de nuestro Servicio de Pediatría
y Unidad de Hemato-Oncología, se preocupó
intensamente de formar las nuevas generaciones
de especialistas que continuarían su trabajo y
preocupación por los pequeños pacientes
aquejados de estas enfermedades, expresión
fiel de las virtudes médicas cultivadas por él y
de su reconocida excelencia profesional.
En conversaciones con el Dr. Felipe Espinoza Ch.,
actual Jefe de Hemato-Oncología, señala: “Será
difícil olvidar las interesantes conversaciones
de historia y genealogía que ocurrían en los
diferentes momentos que compartimos con él
y de su interminable libro relativo a la llegada y
presencia de la familia Ballesteros en Chile,
desde la Conquista hasta nuestros días. Cuando
conversaba con nosotros era frecuente que se
refiriera a nuestros antepasados, terminando con
su frase de siempre: Es posible que muchos de
nosotros terminemos emparentados en el pasado.
Libro que ocupó gran parte de sus últimos años
de intenso estudio de Genealogía en la Sociedad
Chilena de Historia y Geografía y de infinidad
de correcciones, que esperamos ver algún día
editado. El Dr. Advis tuvo especial participación
docente y formativa en la especialidad de las
Dras. Irina Ocheretin P., Pamela Silva G., Ana María
Quiroga V., Marcela Venegas F. y en mi propia
formación, sin olvidar a la infinidad de alumnos,
internos y becados de Pediatría que hicieron sus
pasantías por la especialidad de pediatría en el