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Guías de Práctica Clínica en Pediatría
Tratamiento
Evaluar la presencia de complicaciones y de causas secundarias de obesidad, las que
representan menos del 5%. Algunos síndromes genéticos pueden cursar con obesidad, sin embargo
se asocian a dismorfias como en Lawrence-Moon-Biedl y Cohen, tienen talla baja e
hipogonadismo como el Prader-Willi, o presentan retraso del desarrollo psicomotor, o presentan
talla alta y conducta bulímica (defecto del receptor 4 de melacortina). Entre las causas
endocrinológicas está el hipotiroidismo y el síndrome de Cushing, ambos con talla baja y, en el
último, hallazgos característicos al examen físico (estrías violáceas, obesidad centrípeta,
hirsutismo). El examen físico y un análisis de la curva de crecimiento descartan estas condiciones.
Se debe motivar al grupo familiar; para esto, el pediatra debe estar familiarizado con los tipos
de familia e identificar aquellas cuya organización ofrece mayores riesgos. La anamnesis
nutricional incluye estimación de la energía ingerida (calorías), consulta sobre quienes preparan
la comida, quién la administra, reconocer fuentes externas de consumo como colegio, horarios
de la familia y supervisión de la ingesta. Historia de la actividad física, periodos de inactividad y
horarios de ejercicios, para cuantificar aproximadamente el gasto energético.
Tabla 1. Complicaciones de la obesidad infantil
Problemas psicosociales
- Depresión-suicidio adolescente
- Falta de autoestima
Trastornos respiratorios
- Hipoventilación-insuficiencia respiratoria
- Apnea
Trastornos ortopédicos
- Necrosis aséptica de la cadera (Perthes)
- Deformidad en varo (Blount) o valgo de las extremidades
- Pie plano
Trastornos neurológicos
- Pseudotumor cerebrii
- Síndrome de fatiga crónica adolescente
Trastornos metabólicos
- Hiperlipidemias
- Esteatohepatitis
- Diabetes tipo II
- Enfermedad ovárica poliquística
Trastornos cardiovasculares - Hipertensión arterial
- Aterosclerosis
Enfermedades malignas
- Cáncer de mama
- Cáncer vesícula biliar
Finalmente, hay que proponerse metas alcanzables y sostenibles en el tiempo, especialmente en
la obesidad no complicada, orientadas a la modificación de hábitos no saludables identificados en
la historia obtenida, teniendo como propósito modificaciones graduales, que se mantengan, antes
de introducir nuevos cambios; modificaciones en la dieta buscan reforzar horarios de alimentación,
sustituir golosinas y asegurar la cantidad de calorías necesarias para un crecimiento normal de
acuerdo a la edad. Lo ideal es prevenir el desarrollo de obesidad o efectuar la sospecha precoz de su
instauración ya que el inicio de hábitos parte desde el año y el establecimiento de éstos
(alimentarios y otros) se logra entre los 5 y los 7 años, posteriormente es muy difícil lograr
cambios. El objetivo final será lograr una alimentación y estilo de vida saludable, obtener un IMC
<Pc 85 o, en pacientes con obesidad mórbida y/o complicaciones metabólicas asociadas, lograr una
baja de peso tal que signifique el control de estas complicaciones (ver capítulo siguiente).
La prevención de la obesidad es responsabilidad del pediatra general. Aquellos niños con
obesidad mórbida aún sin complicaciones y aquellos en que se detecte comorbilidad
(hipertensión, dislipidemias, hígado graso), deben ser referidos al especialista. Los niños