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Guías de Práctica Clínica en Pediatría

Sepsis y shock

Luis Delpiano M.

Corresponde a un espectro de condiciones clínicas causadas por la respuesta inmune a

infección o trauma, caracterizada por una respuesta inflamatoria sistémica con activación de la

coagulación, que se traduce en una insuficiencia circulatoria aguda que compromete el

transporte de oxígeno y de micronutrientes a la célula, presentando un curso clínico variable,

evolutivo y asociado a elevada mortalidad.

La mayoría de los niños que cursan sepsis o algunas de sus etapas evolutivas, requieren de

monitoreo en unidades de paciente crítico (UPC), completando su estabilización circulatoria y

respiratoria, corrigiendo las alteraciones metabólicas e iniciando la terapia antimicrobiana

cuando corresponda.

Un shock establecido es fácil de reconocer y su terapéutica es conocida, sin embargo, lo

que cambia la sobrevida es el tratamiento: su precocidad, el orden en que se establezca y lo

suficiente y enérgico que sea.

La sepsis es un fenómeno, parte del continuo de la respuesta inflamatoria sistémica (SIRS)

que va desde la bacteriemia hasta la falla orgánica múltiple. Por esta razón y para aunar

conceptos, se han definido diferentes criterios para estas entidades nosológicas que ayudan al

clínico a reconocerlas y actuar oportunamente.

El huésped es capaz de montar una respuesta activa, inespecífica frente a injurias de origen

infeccioso o no infeccioso, liberando sustancias que actuando en forma local son responsables

de mantener la homeostasis, pero en caso de ser sobrepasado, son capaces de inducir una

respuesta sistémica desencadenando SIRS o shock.

El riesgo de sepsis está inversamente relacionado a la edad, sin predilección por sexo o raza,

facilitando su aparición algunas condiciones de riesgo propias del paciente (inmunodeficiencias,

malformaciones, invasión por dispositivos e internación en UPC, alteración en la barrera cutánea

entre otros). Su pronóstico es variable, registrando letalidad entre el 9% y 35%.

En la patogénesis de la respuesta inflamatoria se identifican tres etapas:

1. Producción local demediadores inflamatorios que en forma autocrinaoparacrina inician la respuesta

inflamatoria local, activandoel sistemamonocito-macrófago, SRE, cascadadecoagulaciónysistema

del complemento, restableciendo la homeostasis y favoreciendo la reparación tisular.

2. Paso de pequeñas cantidades demediadores a la circulación, que en forma endocrina, incrementan

los fenómenos defensivos locales, estimulan la síntesis de proteínas de fase aguda y factores de

crecimiento e inducen la producción y liberación de antagonistas endógenos de la inflamación.

3. Reacción sistémica masiva por el paso de gran cantidad de mediadores inflamatorios a la

circulación (citoquinas, prostaglandinas, bradicininas, etc.), determinando una activación

sostenida y generalizada de la cascada inflamatoria con pérdida de integridad

microcirculatoria y daño de órganos a distancia.

Definiciones

– Bacteriemia: Bacterias viables en la circulación, confirmado por hemocultivo.

– Colonización: Patógenos en superficies orgánicas sin despertar respuesta inmunológica del

huésped.

– SIRS: presencia de al menos 2 de los siguientes 4 criterios, uno de los cuales debe ser

alteración de temperatura o del recuento de leucocitos (ver Tabla 1)

a. Temperatura corporal >38.5ºC o <36ºC.

b. Taquicardia, definida como >2 DS sobre el normal para edad en ausencia de estímulos

externos, fármacos o dolor. Para <1 año: bradicardia <pc 10 para edad en ausencia de

estimulo vagal, ß bloquedores o enfermedad cardiaca congénita.