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Asegurar por lo menos dos vías venosas permeables, sonda nasogástrica abierta y conectada
a una bolsa de drenaje y catéter urinario, si el caso lo requiere.
Paciente politraumatizado
Asegurarlo a una tabla de transporte y controlar los movimientos del cuello:
- Con cilindros de toalla si es menor de 6 años, collar de Filadelfia si es mayor de 6 años.
- Sujetando la cabeza a la tabla.
- Si se sospecha fractura de base de cráneo, no intubar nasotraqueal.
- Colocar dos vías venosas de gran calibre.
- Asegurar las vías venosas.
- Fijar correctamente las fracturas.
- ¿Riesgo de neumotórax? Instale drenaje pleural.
Consideraciones especiales
Niño quemado
- Asegurar vía aérea adecuada: Intube antes del transporte si: Hay antecedentes de inhalación
de humo, hay disfonía de cualquier grado, hay quemaduras faciales-cervicales extensas.
- Asegurar debidamente el tubo si la quemadura es facial.
- Asegurar dos o más accesos venosos.
- Hidratar de la forma habitual.
- Envolver en apósitos secos y estériles y controlar la temperatura.
Paciente cardiópata
- Conocer el desfibrilador y su manejo, revisar antes de partir.
- Colocar las drogas de emergencia en un lugar fácilmente accesible.
- Conocer los defectos congénitos, su patrón de flujo y las diferentes reparaciones.
Paciente neurológico
- Asegurar vía aérea adecuada, intubar antes del transporte por: Eventual aumento de la pre-
sión intracraneana (PIC) con necesidad de hiperventilación, ausencia del reflejo nauseoso,
mantención de vía aérea permeable, especialmente en pacientes con convulsiones incontro-
lables.
- Tratar el aumento de la PIC sólo si hay hemodinamia adecuada, administrar manitol a las dosis
más pequeñas, para evitar descompensaciones bruscas durante el transporte.
- Elevar la cabecera de la camilla si es posible y mantener fija con soportes cervicales, de modo
que quede en posición neutra.
- Tratar las convulsiones, el traslado debe hacerse con paciente sedado y sin convulsiones, usar
fenobarbital o midazolam y evitar tratamientos que puedan deprimir otros sistemas. No pa-
ralizar el paciente si cree que éste pueda convulsionar, el encubrir convulsiones puede causar
daño neurológico.
- Evitar la hipoxia y la hipercarbia, especialmente si hay riesgo de edema cerebral.
- Sedar a todo paciente agitado antes de partir y mantener sedación en infusión continua du-
rante todo el traslado, usar medicamentos de fácil administración y sin efectos secundarios,
como midazolam.
Alteraciones cardiovasculares
Las más frecuentes son la hipotensión y el enfriamiento y como etapa siguiente el paro car-
díaco. La magnitud de estas alteraciones dependerá del estado previo del paciente y de su reserva
miocárdica, además de lograr una adecuada oxigenación y sedación durante el traslado.
La hipotermia es uno de los grandes problemas que presenta el traslado de un niño, especial-
mente los neonatos, que deben trasladarse en incubadoras.
El enfriamiento produce vasoconstricción periférica y ésta por un lado aumenta la postcarga
y el trabajo cardíaco y por otro disminuye la frecuencia y el débito cardíaco.