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Nutrición enteral
María Jesús Rebollo G.
CAPÍTULO 3
La nutrición enteral (NE) constituye una técnica de soporte nutricional a través de la cual se
administran nutrientes al tubo digestivo a través de un tubo u ostomía. Requiere de funcionalidad
total o parcial del tracto gastrointestinal.
Es el método de elección cuando la alimentación oral no es posible o es insuficiente, ya que es
más fisiológica, ayuda a mantener la función intestinal, previene la atrofia de la mucosa, reduce
la translocación de bacterias y toxinas y preserva la inmunidad intestinal. Es menos costosa que
la nutrición parenteral y presenta menor riesgo de complicaciones, siendo además, más fácil de
implementar.
Su uso requiere de la participación de un equipo multidisciplinario compuesto por médico,
nutricionista, enfermera, fonoaudiólogo, terapeuta ocupacional y la familia, debiendo estable-
cerse objetivos nutricionales a corto y largo plazo y realizar continua evaluación de la tolerancia
y eficacia de la intervención nutricional. La NE puede ser un complemento a la vía oral, darse en
forma exclusiva o asociada a nutrición parenteral.
Indicaciones
En pacientes desnutridos o en riesgo de desnutrición cuyas necesidades nutricionales no sean
cubiertas por la vía oral. Pacientes que reciben < 80% de sus requerimientos nutricionales en
forma prolongada y aquellos que demoran largo tiempo en alimentarse (sobre 4 horas diarias). A
continuación se presentan las principales indicaciones:
Inadecuada ingesta oral
Anorexia nerviosa, anorexia asociada a enfermedad aguda o crónica, anorexia asociada a
efecto de medicamentos, aversión a los alimentos.
Alteraciones de la deglución
Enfermedades neurológicas, enfermedades neuromusculares, enfermedades genéticas, pre-
maturidad.
Alteraciones anatómicas o funcionales del tracto gastrointestinal
Malformaciones congénitas (atresias, fístulas, malformaciones orofaciales), síndrome de
intestino corto, síndrome de pseudoobstrucción intestinal, enfermedad inflamatoria intestinal,
pancreatitis.
Necesidades nutricionales aumentadas
Cardiopatías congénitas, fibrosis quística, enfermedad renal, displasia broncopulmonar, VIH,
cáncer.
Paciente crítico hipermetabólico
Sepsis, quemado, politraumatizado.
Causas metabólicas
Intolerancia al ayuno, glucogenosis, enfermedades metabólicas.
Contraindicaciones
Inestabilidad hemodinámica grave
Condiciones que inhabiliten completamente el uso del tubo digestivo: obstrucción intestinal,
perforación intestinal, Íleo paralítico, hemorragia digestiva aguda grave.