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Contenido disponible en

www.neumologia-pediatrica.cl

faringe y la base de la lengua. Esta característica hace que la

faringe, a diferencia del resto de la vía aérea, sea colapsable.

Para evitar el colapso dinámico durante la inspiración, el tono

muscular resulta fundamental, al igual que la acción de algunos

músculos que favorecen su dilatación, como el geniogloso,

que lleva la base de la lengua hacia delante aumentando el

diámetro anteroposterior a nivel orofaríngeo. Durante el sue-

ño, el tono muscular y la acción de los músculos dilatadores

disminuyen considerablemente, favoreciendo la disminución

del diámetro, lo que a veces llega al colapso de la misma,

produciendo ronquidos e incluso apneas obstructivas

(1)

.

Tanto a nivel de la rinofaringe como de la orofaringe

existe tejido linfático formando el anillo de Waldeyer. Parte

de este anillo corresponde a los adenoides en la rinofaringe

y las amígdalas palatinas en la orofaringe. Estas estructuras

están presentes en condiciones normales en todos los seres

humanos.

Laringe

Este segmento de la vía aérea es quizás el de funcionamiento

más complejo y en él participan gran cantidad de circuitos

neuronales sensitivos y motores que deben ser capaces de

coordinar una adecuada respiración con una deglución se-

gura y efectiva, además de ser capaces de lograr una buena

fonación y proteger la vía aérea. La motilidad cordal (grado

de apertura o cierre, tensión) es determinante para la man-

tención de estos mecanismos.

Al momento de respirar, las cuerdas vocales se abren

permitiendo el libre paso del aire a través de la glotis. Al

deglutir, la laringe completa asciende, la epiglotis se dobla

hacia posterior y las cuerdas vocales se cierran, para evitar

la penetración del alimento a la laringe y su aspiración a la

tráquea. Al fonar, las cuerdas vocales se cierran y vibran con

el paso de aire forzado a través de la glotis; la intensidad y el

tono del sonido emitido dependerán de la fuerza con la cual

pasa el aire a través de la glotis y de la tensión y grosor de

las cuerdas vocales. Durante la primera fase del mecanismo

de la tos, las cuerdas vocales se cierran mientras aumenta

la presión intratorácica y luego se abren abruptamente para

permitir la espiración a alto flujo

(1)

.

Tráquea y bronquios

La tráquea es un tubo fibromuscular cuyo soporte está cons-

tituido por cartílago en forma de C, en la zona ventrolateral,

y dorsalmente se completa con músculo liso. Esta conforma-

ción se mantiene en los bronquios mayores, y en la medida

que los bronquios se van subdividiendo los anillos van siendo

reemplazados por placas cartilaginosas de formas irregulares.

Durante el ciclo respiratorio el diámetro del lumen tra-

queal depende de su ubicación en relación al tórax; en el

segmento cervical de la tráquea, extratorácico, este disminuye

durante la inspiración ya que la presión atmosférica supera

la presión dentro de la vía aérea. El segmento intratorácico

disminuye su calibre durante la espiración, debido a que la

presión intrapleural es mayor que la existente dentro de la

vía aérea. Esto mismo ocurre a nivel bronquial.

A partir de la 12ª generación bronquial ya no hay cartílago

que sostenga la vía aérea, lo que determina mayor suscep-

tibilidad al colapso. El grado de este último va a depender

principalmente de la presión transmural. Las fibras de mús-

culo liso están bajo el control de fibras eferentes del sistema

nervioso autónomo, su estimulación colinérgica parasimpática

causa contracción, y la estimulación adrenérgica simpática su

dilatación, mediada por receptores

β

2, regulándose así el

tono y calibre de la luz bronquial

(1,2)

.

MÉTODOS DE EVALUACIÓN

1. Vía áerea superior

Rinomanometría

Este examen permite objetivar la obstrucción nasal. Existen

distintos tipos de rinomanometría (RMM), siendo la RMM

anterior activa (RMMAA) la más frecuentemente utilizada.

Esta evalúa el flujo nasal durante la inspiración y la espiración

detectando posibles obstrucciones y/o resistencias. Se puede

realizar usando una mascarilla facial o bien colocando una oliva

en cada narina; el primer dispositivo tiene la ventaja de no de-

formar las narinas, reduciendo la posibilidad de fuga aérea. Sin

embargo, tiene el inconveniente de requerir una importante

colaboración del paciente y de no poder realizarse si existe

una oclusión total de una fosa nasal o una perforación septal.

Luego de colocada la mascarilla, los flujos de aire se miden

con el rinomanómetro y los datos se analizan computacional-

mente para posteriormente graficarlos en curvas de presión/

volumen. Después de una primera medición en estado basal,

el registro se repite bajo el efecto de un vasoconstrictor tópi-

co, lo que permitirá diferenciar entre obstrucciones mecánicas

(las que no varían con el vasoconstrictor), vasomotoras (las

que mejoran por completo con el vasoconstrictor) y mixtas (la

que mejoran parcialmente con el vasoconstrictor). En general,

cualquier causa de obstrucción con componentes óseos, carti-

laginosos o de tejidos con poco edema o no “vasocontraíbles”

mostrará curvas mecánicas, así como etiologías inflamatorias,

con edema y tejido susceptible de vasoconstricción nos darán

curvas vasomotoras. La patología más representativa de la

obstrucción mecánica es la desviación del tabique nasal, así

como la más representativa de la obstrucción vasomotora es

la hipertrofia de los cornetes inferiores

(3)

.

Rinometría acústica

Consiste en el estudio de la geometría de la cavidad nasal.

Se basa en el análisis de la reflexión del sonido y proporciona

un cálculo de áreas de sección transversal de la fosa nasal y

de determinados volúmenes nasales. Consiste en aplicar un

sonido audible en la ventana nasal mediante un adaptador,

con el cuidado de no deformar el vestíbulo nasal. La onda

sonora penetra en las fosas y se refleja en las distintas estruc-

turas nasales o en las irregularidades presentes. Se miden las

señales de las ondas incidentes y las reflejadas en función del

tiempo, lo que permite determinar la distancia respecto de la

ventana nasal en que se produce un cambio de la impedancia

acústica. Los datos de mayor interés son las “áreas de sección

transversal mínimas 1 y 2” (MCA1 y MCA2, en inglés). MCA1

corresponde anatómicamente al área a nivel de la válvula

nasal (zona limitada por el borde caudal del cartílago alar su-

perior y el tabique nasal), que es la zona de mayor resistencia

Neumol Pediatr 2012; 7 (2): 61-66.

Evaluación funcional de la vía aérea - J. San Martín et al