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la respuesta a la interrogante planteada es que
con los métodos de preparación de PRP en uso,
logramos una concentración de plaquetas y de
factores de crecimiento útiles en el control del
crecimiento celular, estimulación de matriz extra-
celular y supresión del sistema inmune es decir,
una gran cantidad de substancias potencialmente
terapéuticas fueron detectados y liberados por
las plaquetas en preparaciones autólogas de PRP
lo que puede ser de enorme utilidad en nuestra
práctica clínica
13,14
.
La hemoptisis masiva y/o persistente es una
emergencia médica que amenaza la vida del pa-
ciente. La embolización selectiva de las arterias
bronquiales se ha convertido en el tratamiento
no quirúrgico de elección en estos casos
15,16
, sin
embargo, no en todas partes se cuenta con el
equipamiento ni la experiencia necesaria para la
realización de un angiografía intervencionista y
por lo tanto, es necesario disponer de otros mé-
todos menos invasivos pero eficaces que estén al
alcance del neumólogo que trabaja en centros de
menor complejidad.
De acuerdo a lo publicado, casi un 28% de los
especialistas en enfermedades respiratorias, pre-
sencian algún caso de muerte por hemoptisis en
un período de tiempo de un año de modo que es
aún una entidad frecuente sobre todo en medios
donde la TBC o sus secuelas se ven en un número
importante de pacientes
17
.
Pensamos que el uso de PRP en forma local es
una alternativa válida en el tratamiento de una he-
moptisis grave. Teníamos experiencia previa en
el tratamiento de hemoptisis severa con adhesivos
de fibrina con resultados similares a lo que hemos
obtenido con el uso de PRP
18
, sin embargo, el uso
de un material autólogo se debe considerar como
una mejor alternativa ya que al no tener que usar
fibrina bovina ni fibrinógeno obtenido a partir
de múltiples donantes, como es en el caso de los
adhesivos de fibrina disponibles se obvia el riesgo
de manifestaciones de hipersensibilidad y el de la
transmisión de enfermedades infecciosas (VIH;
Hepatitis)
19-22
.
El resultado obtenido, puede ser considerado
como definitivo o como un puente mientras se
define la terapia definitiva como en el caso de
nuestra paciente con un aspergiloma, que luego
de un mes fue intervenida sin el riesgo que con-
lleva una cirugía de urgencia en un sujeto anémi-
co y en falla respiratoria.
El tratamiento del neumotórax masivo es la
descompresión mediante la instalación de una
sonda endopleural. En el caso de un neumotórax
espontáneo secundario como en nuestro paciente,
este debe ir seguido del manejo definitivo de su
patología una vez conseguida la reexpansión del
pulmón. En estos casos es frecuente la manten-
ción de la fuga aérea pero luego de 4 a 7 días, se
debe considerar medidas más agresivas.
Entre un 2 a un 5% de pacientes con neumonía
por
Pneumocistis jirovecii
hacen neumotórax,
complicación grave ya que la mortalidad puede
llegar en algunas series entre 32 y 50%
Dado que la recidiva es frecuente, la necesidad
de cirugía es de alrededor del 32% la internación
en UCI de un 42% y la mortalidad de la interven-
ción es elevada llegando a un 32%
23
.
Entre las técnicas quirúrgicas usadas, está la
pleurodesis realizada a través de VATS (videoto-
racoscopia), que habitualmente requiere de anes-
tesia general, en un paciente grave e hipoxémico
lo cual aumenta la morbimortalidad
23,24
. Creemos
que el tratamiento conservador con PRP a través
de la sonda endopleural puede resultar definitivo
en algunos casos seleccionados en los que el
tratamiento médico de la condición de base mejo-
rará al paciente o puede dar tiempo para mejorar
las condiciones generales del enfermo para en un
segundo tiempo ir a la solución definitiva, sin el
riesgo de sobreinfección que conlleva la manten-
ción por largo tiempo del drenaje pleural en un
paciente inmunosuprimido.
El tratamiento de las fístulas biliorespiratorias
es tradicionalmente quirúrgico, con el drenaje
de la colección subdiafragmática, resección del
trayecto fistuloso y resección o no del segmento
pulmonar comprometido. Sin embargo, se trata
de una gran cirugía con post operatorio tormento-
so. En el último tiempo, se prefiere la colocación
endoscópica de
stents
en la vía biliar para dismi-
nuir la presión, unido al drenaje de las coleccio-
nes pleural y subdiafragmática como un manejo
menos agresivo. Sin embargo, esta conducta
involucra largos períodos de hospitalización, con
un resultado no definitivo ya que en la gran ma-
yoría de los casos se debe en un segundo tiempo
ir a la resección del trayecto fistuloso.
Dentro
de las posibilidades terapéuticas no quirúrgicas
se encuentran la colocación de endoprótesis
biliares metálicas o plásticas y la embolización
del trayecto fistuloso. Sin embargo, existe poca
experiencia con estos métodos y algunos expertos
recomiendan sólo la colocación de endoprótesis
como tratamiento exclusivo cuando el paciente
tiene una enfermedad neoplásica o una expecta-
tiva de vida baja
24
.
En un paciente añoso, cualquiera de las opcio-
nes significa un riesgo mayor por lo que en nues-
tro caso, optamos por una conducta mínimamente
invasiva con un resultado que fue inmediatamen-
te favorable demostrándose además la persisten-
Utilidad del plasma rico en plaquetas en neumología
Rev Chil Enf Respir 2014; 30: 156-165