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randomizados relevantes.
Para cada desenlace seleccionado, se evaluó
la certeza en la evidencia siguiendo la metodo-
logía GRADE
10
. Dos investigadores juzgaron
el riesgo de sesgo del conjunto de evidencia, la
inconsistencia entre los resultados de los estu-
dios individuales, la precisión de los estimadores
combinados en el meta-análisis, la aplicabilidad
de la evidencia encontrada a la pregunta y la pro-
babilidad de sesgo de publicación. En el caso de
los estudios
randomizados
incluidos en revisiones
sistemáticas se aceptó el juicio de riesgo de sesgo
para los estudios individuales de los autores de
la revisión. Para los estudios
randomizados
no
incluidos en revisiones sistemáticas, se evaluó
el riesgo de sesgo a nivel de cada desenlace
siguiendo los principios de la Cochrane Risk of
Bias Tool
11
.
Finalmente, los efectos relativos y absolutos
de las intervenciones, así como la evaluación de
la certeza de la evidencia se presentaron al panel
en una tabla de resumen de evidencia.
Revisión de la evidencia respecto de los valores
y preferencias
Para identificar estudios describiendo la im-
portancia relativa de los distintos desenlaces
seleccionados, así como de la valoración de los
pacientes de las distintas intervenciones, se con-
dujo una búsqueda de estudios observacionales
en MEDLINE y EMBASE (apéndice 1).
Determinación de la dirección y fuerza de la
recomendación
Para cada una de las preguntas, el panel determi-
nó en consenso la dirección y fuerza de la recomen-
dación siguiendo la metodología GRADE. Para ello
se elaboró una tabla de la Evidencia a la Decisión
utilizando el programa
GRADEpro Guideline De-
velopment Tool
(McMaster GRADE Center, Ha-
milton, Ontario, Canadá, 2016). Cada tabla resume
la evidencia disponible respecto de los efectos de la
intervención, la certeza en la evidencia, los valores y
preferencias de los pacientes, así como información
respecto a la accesibilidad, aceptabilidad e impacto
en la equidad de cada intervención. El panel decidió
no incluir evidencia de costos en la determinación
de la dirección y fuerza de la recomendación.
Como utilizar esta guía
Las recomendaciones fueron clasificadas como
“fuerte” o “condicional”. La Tabla 2 muestra la
interpretación correcta de los distintos grados de
recomendación.
Recomendaciones
1. ¿Se debe utilizar la consejería breve versus
no intervención en fumadores para la cesación
del consumo de tabaco?
Recomendación 1: Para todos los fuma-
dores, el panel recomienda usar consejería
Tabla 2. Interpretación de recomendaciones fuertes y condicionales
Recomendación Fuerte
Recomendación Condicional
Pacientes
Todos o casi todos los individuos
adecuadamente informados elegirían
la intervención propuesta
La mayoría de los individuos ade-
cuadamente informados elegirían la
intervención propuesta, sin embargo,
una proporción importante podría
decidir lo contrario
Clínicos
Todos o casi todos los individuos
debieran recibir la intervención
propuesta. Las decisiones de ayuda
suelen ser de escasa utilidad en este
contexto. El foco del clínico debiera
estar en superar las barreras para la
implementación de la intervención
propuesta
Es importante reconocer que eleccio-
nes diferentes pueden ser apropiadas
para individuos distintos. El foco del
clínico debiera estar en ayudar a cada
paciente a tomar decisiones concor-
dantes con sus valores y preferencias.
Las decisiones de ayuda suelen ser
muy útiles en este contexto
Políticas de Salud
La recomendación puede ser adoptada
como política de salud en todos o casi
todos los casos.
Este tipo de recomendaciones son un
buen sustrato para elaborar medidas
de desempeño
La elaboración de una política de
salud requeriría de un debate extenso
con los distintos actores relevantes
Grupo FENIX
Rev Chil Enferm Respir 2017; 33: 167-175