Previous Page  10 / 52 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 10 / 52 Next Page
Page Background

ANALES

OFTALMOLÓGICOS

Tomo VII • Vol. III • N˚1-2-3 · 2017 • Santiago - Chile

en una serie de 46 ojos enucleados por sospecha

de retinoblastoma infantil fueron confirmados en

el estudio posterior 52% de los ojos como infección

por Toxocara canis, con lo cual se desprende que el

principal diagnóstico diferencial es el retinoblastoma.

Además debemos siempre considerar la retinopatía

del prematuro, vitreoretinopatía familiar exudativa,

enfermedad de Coats, enfermedad del vítreo primario

hiperplásico persistente

8

.

El tratamiento para la toxocariasis ocular son los

corticoides sistémicos, los antiparasitarios y la

vitrectomía, sin embargo no existe evidencia ni

consenso en cuanto al uso de antiparasitario. En la

literatura existen casosmanejados sin albendazol

9,10

y otros donde se utiliza el albendazol

11

. Muchos no lo

utilizan en caso asintomáticos o toxocariasis ocular,

por el riesgo de empeorar el cuadro inflamatorio

secundario a una reacción de hipersensibilidad que

puede desencadenar la lisis parasitaria

11

. El uso de

corticoide sistémico se utiliza en caso de afección

sistémica o importante grado de inflamación ocular,

con el objetivo de evitar el desarrollo demembranas

traccionales. Con respecto a la vitrectomía en general

se reserva para casos de persistencia de opacificación

vítrea, tracción retinal con desprendimiento de retina,

membrana epiretinal, reportándose excelentes

resultados anatómicos y la granmayoría conmejoras

en agudeza visual

12

.

BIBLIOGRAFÍA

1. J. Kanski. J. Oftalmología Clínica. Mosby Doy-

ma S.A. 3a Edición. 1996; 142-144.

2. Noemí H et al. Larva migrans visceral en

niños. Rev Chil Pediatr 1984; 55 (4): 244-8.

3. Good B et al. Ocular toxocariasis in school

children. Clin Infect Dis. 2004;39:173–178

4. Hersković P, Astorga B. Human toxocariasis in

Chile. Rev Med Chile 1985; 113 (1): 18-21. 


5. Juan E. Sánchez T., Juan P. López G., Militza

González N., Eduardo Villaseca D., Denise

Manieu M., Alejandra Roizen B., Isabel Noemí

H. y Alejandro Viovy A. Detección de lesiones

oculares en niños seropositivos para Toxocara

canis. Rev Chil Infect 2011; 28 (5): 431-434.

6. Jay M. Stewart, Leo D P Cubillan, Emmett T

Cunningham JR. Prevalence, clinical features,

and causes of vision loss among patients with

ocular toxocariasis. Retina 2005; 25: 1005-

1013.

7. Wilder HC. Nematode endophthalmitis.

Trans Am Acad Ophthalmol

Otolaryngol.1950;55:99–109.

8. Shields JA. Ocular toxocariasis: a review. Surv

Ophthalmol 1984; 28: 361-381.

9. Gómez L, Rueda T, Pulido C, Sánchez-Román

J. et col. Toxocariasis ocular. A propósito de un

caso, Arch Soc Esp Oftalmol 2007; 83: 49-52.

10. Montesinos Ventura BM, Delgado Miranda JL,

Ayala Barroso E, Álvarez Marín J, Hernández

Díaz M, Delgado Estevez JL, Abreu Reyes P.

Toxocariasis ocular. A propósito de un caso.

Arch Soc Canar Oftal 2000; 11: 48-53.

11. Rocha Cabrera P, Lozano López V, Losada

Cas- tillo MJ, Alemán Valls R, Rodríguez

Lozano B, Ravelo Rodríguez R, Serrano García

MA. Manejo de la uveítis por Toxocara canis.

Arch. Soc. Canar. Oftal., 2015; 26: 42-48.

12. Giuliari GP et al Surgical treatment of ocular

toxocariasis: anatomic and functional resultin

45 patients. Eur J Ophthalmol. 2011;21:490-494.