

HIPERTENSIÓN / 2015 / VOL. 20
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INTRODUCCIÓN
GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA DE HIPERTENSIÓN NICE 2011
Profesor Asistente. Departamento de Medicina Oriente. Facultad de Medicina. Universidad de Chile
Jefe del Policlínico de Hipertensión y Salud Cardiovascular
Servicio de Nefrología, Área Médica, Hospital del Salvador
Asesor Médico, Programa de Salud Cardiovascular y Renal, DECOR, SSMO.
En esta revisión se analizan las recomendaciones que el “National Institute for Health and
Clinical Excellence” (NICE) ha realizado al “National Health Service” (NHS) sobre “Hipertensión:
manejo clínico de hipertensión primaria en adultos” (NICE clinical guideline 127). Esta actualizó
y sustituyó la NICE 34 (publicada en junio 2006), y fue desarrollada por el “National Clinical
Guideline Centre” (NCGC) en colaboración con la Sociedad Británica de Hipertensión (BHS)
en 2006 y 2011. Tiene 65 recomendaciones, 36 de las cuales son nuevas, con 12 de ellas
figurando como prioridades clave.
El examen más detallado muestra que la mayoría de los cambios han evolucionado a partir
de las directrices anteriores y, se supone, debían ser relativamente sencillas de incorporar
en la práctica clínica
(1,2)
.
Novedades
Las metas objetivo y el tiempo en que debían alcanzarse, se relajaron, en particular en el grupo
de personas de 80 o más años de edad, en los que la meta de presión arterial (PA) ahora es
de 150/90 mm Hg. La meta anterior de 140/90 mm Hg se mantiene para todos los demás
grupos etarios, siendo este, el principal desafío para la Atención Primaria de Salud (APS). Sin
embargo, las guías establecen claramente las necesidades individuales y preferencias de los
pacientes, que deben ser tomadas en cuenta. Reconocen que debe alcanzarse un equilibrio
entre las metas y los logros reales, como la adherencia al tratamiento y el posible stress de
los efectos adversos, particularmente algunos, como síntomas de hipotensión postural
(3)
.
El cambio más notable en lo que respecta al tratamiento farmacológico se refiere a las tiazidas,
que ya no se recomiendan como primera línea, a menos que acompañen a otros fármacos.
Los bloqueadores de los canales de calcio (BCC) se prefieren como primer fármaco para los
pacientes mayores de 55 años y aquellos de origen afro-caribeño, y los inhibidores de la enzima
convertidora de la angiotensina (IECA) o bloqueadores de los receptores de angiotensina (ARA
II) recomendados para el resto. De hecho, la bendroflumetiazida, la tiazida más ampliamente
Eduardo Lorca Herrera