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Un paciente con agitación psicomotora (AP) provoca gran tensión emocional en quienes están
a su alrededor, la mayoría de los cuales, asustados o enojados, reaccionan con agresividad hacia
el enfermo quien, a su vez, busca defenderse o huir, produciéndose una escalada agresiva que
empeora y prolonga el episodio de AP. Es primordial que el personal médico sepa reconocer y
manejar estos episodios.
La agitación psicomotora se define como un episodio de hiperactividad motora y cognitiva sin
finalidad coherente, acompañado de una perturbación de los impulsos y los afectos, que se tra-
duce en irritabilidad, mayor reactividad a los estímulos tanto externos como internos y conductas
inapropiadas que pueden llegar a ser agresivas.
La AP no constituye en sí misma una enfermedad, sino una conducta que puede ser manifes-
tación de una variedad de trastornos, tanto psiquiátricos como somáticos.
Representa el 20-40% de las causas de urgencia psiquiátrica. Las cuales han aumentado sos-
tenidamente, habiéndose duplicado en EE. UU. los últimos 15 años.
Etiología
Las causas de una AP son muy amplias, abarcando factores genéticos, temperamentales,
circunstancias ambientales, trastornos psiquiátricos, enfermedades somáticas, y neurológicas.
Principales factores:
Factores genéticos y neuroquímicos
Diversos neurotransmisores están involucrados en el comportamiento agresivo y violento: Se-
rotonina, dopamina, noradrenalina, vasopresina y ácido nítrico. Cuyas concentraciones y procesos
regulatorios son influenciados por factores ambientales, como los traumas vividos en las etapas
tempranas de la vida (TVT), como maltrato infantil, negligencia emocional, generando alteraciones
persistentes en el tiempo.
Factores ambientales
Son primordiales ya que la predisposición personal para la agresividad, como temperamento,
cognición, TVT, siempre va a estar modulada por el ambiente.
En el caso de los niños y adolescentes el principal factor modulador es la familia, siendo las
que presentan reacciones emocionales intensas e impulsivas las que más potencian conductas
agresivas en sus integrantes.
Otros factores importantes son las vivencias traumáticas como el maltrato y el abuso que
pueden desencadenar un episodio de AP.
Enfermedades somáticas
Un cuadro de AP acompañado de fiebre y/o compromiso de conciencia cuantitativo son alta-
mente sugerentes de una enfermedad somática. Otros signos de alarma son: Alteración pupilar,
ataxia y erupciones cutáneas.
Las enfermedades somáticas que con mayor frecuencia presentan AP son:
- Infecciones de SNC.
- Epilepsia, especialmente del lóbulo temporal.
- Tumores cerebrales.
- AVE.
- Intoxicación.
- Enfermedades metabólicas y degenerativas del SNC.
- Abuso de sustancias.
Agitación psicomotora
Laura Kamei T.
CAPÍTULO 13