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cerse en base a la necesidad de cada paciente, siendo la frecuencia mínima de rutina dos veces

al día. La técnica recomendada es con catéter medido. Esto consiste en no aspirar más allá de la

longitud de la cánula para evitar el daño a la mucosa de la tráquea. El tamaño del catéter a em-

plear va a depender del tamaño de la cánula. Así para cánulas 3, 4, 5 y 6 los catéteres a utilizar

serán 6, 8, 10 y 12 F, respectivamente. Los tiempos de aspiración deben ser breves, menores a

10 segundos, con presiones de aspiración controladas, inserción de catéter sin succionar y retiro

con aspiración y rotación del mismo. Se recomienda técnica estéril en el ambiente hospitalario y

limpia en el domicilio.

3. Cambios de cánula

El primer cambio de cánula debe efectuarse entre el quinto y séptimo día de realizada la

traqueostomía y debe ser hecho en ambiente hospitalario por profesional médico cirujano u

otorrino. Luego, la frecuencia es mensual o antes si fuera necesario. Al efectuar un cambio de

cánula se debe disponer de cánulas de menor tamaño, equipos de aspiración y bolsa de ventila-

ción (ambú) para ventilar y oxigenar en caso de cambios difíciles. Se recomienda técnica estéril

para cambios en ambiente hospitalario y técnica limpia para cambios en domicilio. Las cánulas

de traqueostomía pueden ser reutilizadas. Pueden ser higienizadas con detergente o jabón

líquido y no es necesario esterilizarlas si van a ser usadas en el mismo paciente. El protocolo de

cambio de cánula considera: higiene de manos, paciente en decúbito dorsal con realce bajo los

hombros, aspiración de secreciones, higiene de piel con solución fisiológica, hiperextensión de

cuello, extracción manual de cánula en uso y colocación de cánula limpia. Posterior a aquello,

fijación usando las aletas a sistema de sujeción, generalmente collarín. Debe hacerse nudo firme

y la sujeción debe permitir el paso de un dedo entre la piel y el collarín. El collarín debe perma-

necer limpio y seco.

4. Termo-humedificación

En condiciones normales, la vía aérea superior tiene la función de filtrar, calentar y hume-

decer el aire inspirado. Estas funciones se ven alteradas en los pacientes traqueostomizados. Se

produce daño epitelial y alteración del barrido mucociliar lo que puede generar espesamiento

de secreciones y tapones mucosos. Existen los filtros de humidificación y las bases calefactoras y

humidificadoras. El filtro es un cilindro con un orificio de conexión a la traqueostomía, que posee

esponjas por los costados que filtran el aire y lo termohumedifican cuando el paciente exhala.

Debe cambiarse cada 24 horas La base calefactora y humidificadora en un dispositivo que viene

incluido en los generadores de flujo Bpap o Cpap para ventilación mecánica a la traqueostomía.

Poseen una cámara con agua y una placa bajo la cámara que proporciona calor. La elección de

uno u otro sistema va a depender del tipo de paciente y su patología de base.

5. Lenguaje y fonación

La comunicación y emisión de sonidos en niños con traqueostomía puede lograrse utilizando

una válvula de fonación. Consiste en una válvula unidireccional que permite el paso de aire por la

traqueostomía durante la inspiración, pero no en la espiración lo que deriva el flujo de aire hacia

la laringe. Además, tienen la ventaja de mejorar la deglución y el olfato, facilitar la expectoración

y acelerar el proceso de decanulación. Cuando el niño utiliza una cánula con balón, éste debe ser

desinflado antes de usar la válvula fonatoria. Para usar una válvula de fonación no debe haber

obstrucción de la vía aérea sobre la traqueostomía. Por esta razón, se requiere una evaluación

previa con endoscopia que descarte procesos obstructivos como granulomas o malacias. En niños

muy pequeños su uso puede verse limitado por la relación entre el diámetro de la cánula y la

tráquea. En estos casos, puede no haber un adecuado paso de aire a través de la laringe lo que

impediría su funcionamiento.

Complicaciones

Las complicaciones más frecuentes, graves y evitables son la decanulación accidental y la obs-

trucción. Por esta razón es fundamental la monitorización del paciente por parte de sus cuidadores