

Neumol Pediatr 2017; 12 (1): 15 - 22
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Ventilación mecánica intensiva en el paciente pediátrico
por las diferencias de peso, sino por la variabilidad de las
patologías que requieren ventilación. Es por esta razón, que
las tasas de extubación fallida varía en la literatura entre un
2% a 20%, dependiendo de la población estudiada (31-34). En
nuestra experiencia, la población pediátrica sometida a cirugía
de cardiopatías congénitas es de 9.9%, siendo los expuestos
a paro cardíaco hipotérmico profundo, pacientes portadores de
síndrome de Down y los menores de 6 meses, lo que tuvieron
mayor incidencia (35).
Existen criterios generales aceptados de extubación,
los que en términos generales muestran evidencia de oxigenación
y ventilación adecuada, en el entendido que se ha superado el
motivo que determinó la intubación (Tabla 3). Pese a que no existen
parámetros únicos validados como predictores de extubación
exitosa en la población pediátrica, la mayoría de los estudios
coincide en utilizar ventilometría, FiO
2
, esfuerzo respiratorio y
parámetros de oxigenación como los más importantes, junto con
la realización de pruebas de ventilación espontanea, en donde se
somete a los pacientes a ventilación espontanea conectando el
tubo endotraqueal a un tubo T o conectado el ventilador con bajo
PEEP, sin frecuencia y con presión de soporte, midiendo luego
de un periodo variable (desde 30 minutos) variables fisiológicas
y clínicas (FC, FR, PA, esfuerzo ventilatorio) evaluando así la
probabilidad de éxito de extubación (36, 37), sin embargo su
uso no ha mostrado resultados alentadores (38). Cabe destacar,
que, pese a los múltiples ensayos clínicos, al ser la medicina un
balance entre arte y ciencia, nunca se debe olvidar la evaluación
clínica del especialista en cuidados intensivos, la cual también
contribuye a decidir el momento óptimo de la extubación (39).
CONCLUSIÓN
La ventilación mecánica constituye una herramienta
fundamental en el manejo de la falla respiratoria grave, siendo
su uso cada vez más frecuente en las unidades de cuidado
intensivo pediátrico. Es esencial para el pediatra que trabaja en
cuidados intensivos, entender las diferencias fisiológicas entre
un paciente pediátrico y un adulto. Por otro lado, el médico debe
conocer la fisiopatología de la enfermedad que llevó al paciente
a conectarse a un respirador, para de esta manera entender
la interacción del ventilador con el resto de las variables
fisiológicas. El entendimiento de las diversas patologías y del
funcionamiento del ventilador con sus diversas modalidades y
parámetros, permitirán un buen manejo y cuidado del paciente
ventilado, con una disminución de las complicaciones y un
mayor éxito en el tratamientode la causa que motivó la conexión.
La evaluación continua de la evolución del paciente, deberá
conducir a un óptimo manejo de la ventilación, permitiendo un
proceso de retirada, el que a través de la suma del juicio clínico
y mediciones objetivas, permitirá finalizar la ventilación con una
extubación exitosa.
EL autor declara no tener conflicto de intereses.
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163.
• PaO
2
> 65-70 o Saturación
≥
92% con FiO
2
≤
40
• PaFi > 180-200
Oxigenación adecuada
Ventilación Adecuada
• PaCO
2
< 50-55
• Volumen corriente > 4 - 5 ml/kg
• Presión Inspiratoria Máxima Negativa
≤
-20 cm H
2
O
Tabla 3.
Criterios Generales de Extubación