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1. La tuberculosis en Chile en la era
pre-quimioterapia
Hasta mediados del siglo XIX la tuberculosis
era relativamente infrecuente en Chile y se mani-
festaba principalmente como escrofulosis, forma
de tuberculosis ganglionar debida al
Mycobacte-
rium bovis
trasmitido por la leche de vaca antes
de su pasteurización obligatoria.
Durante la segunda mitad del siglo XIX, en
pleno desarrollo de la llamada Revolución Indus-
trial, la tuberculosis alcanzó en Chile los niveles
de una epidemia, manifestada inicialmente por al-
tos índices de mortalidad. En esa época, la causa
de la enfermedad se atribuía a factores sociales,
porque claramente atacaba con más fuerza a la
población más desvalida.
A la elevada mortalidad sucedió una creciente
morbilidad y es así como a fines del siglo XIX
empezaron los primeros intentos de “lucha contra
la tuberculosis”, que inicialmente se concentraron
en la construcción de sanatorios: El Peral, San
José de Maipo, Valparaíso, Putaendo, Peñablan-
ca, entre otros. También aparecieron los primeros
esbozos de organizaciones de beneficencia, como
los llamados Dispensarios y Ligas antitubercu-
losas.
Durante la primera mitad del siglo XX hizo
su aparición una nueva especialidad médica: la
Tisiología, que fue consolidada por el Profesor
Héctor Orrego Puelma quien en rápida sucesión,
a partir de 1930, creó la Sociedad Chilena de
Tisiología, la Revista Aparato Respiratorio y
Tuberculosis y, a continuación, ocupó la reciente-
mente creada Cátedra de Tisiología en la Facultad
de Medicina de la Universidad de Chile
2
. Poco a
poco los gobiernos fueron tomando conciencia
de la gravedad del problema de la tuberculosis y
crearon la Ley de Medicina Preventiva, enfocada
a la detección temprana de la enfermedad y las
Secciones de Tisiología en las grandes organiza-
ciones médicas de la época, la Dirección General
de Beneficencia y la Caja del Seguro Obligatorio.
2. La tuberculosis en Chile en la era de la
quimioterapia
En esta etapa se fueron sucediendo una serie
de avances que permitieron un enfoque más cien-
tífico para enfrentar la nueva epidemia. Primero
el descubrimiento de la etiología infecciosa de la
tuberculosis por Robert Koch en 1882, que con-
virtió a la bacteriología en el paradigma del diag-
nóstico y control de la “peste blanca”; luego la
introducción, durante la primera mitad del siglo
XX, de la vacuna BCG que tantas vidas de niños
ha salvado y, por fin, el descubrimiento de los
primeros fármacos efectivos contra la enfermedad
a mediados del siglo pasado y, desde entonces, la
sucesiva implementación de programas de control
cada vez más eficaces.
El advenimiento de la quimioterapia anti-
tuberculosa encontró a Chile en un momento
crucial de la historia de la medicina, como fue la
creación del Servicio Nacional de Salud, lo que
facilitó la aplicación de los avances científicos
con amplia cobertura a lo largo de todo el país
3
.
La era moderna de la quimioterapia de la tu-
berculosis en Chile fue iniciada por un pequeño
grupo de médicos del Hospital San Juan de Dios
que descubrieron la importancia de administrar
el tratamiento de la tuberculosis bajo observa-
ción directa, lo que se denominaba “tratamiento
controlado” y permitía mejorar los resultados de
la quimioterapia, asegurando la supervisión en
la administración de las drogas empleadas y evi-
tando el desarrollo de la temida resistencia bac-
teriana
4
. Rápidamente la nueva tecnología pudo
aplicarse en amplia escala en todos los hospitales
y consultorios del país, que se llenaron de “Cen-
tros de Tratamiento Controlado” y se entró en la
era del tratamiento moderno de la enfermedad.
Simultáneamente, ya se había reemplazado la
pesquisa radiológica de la tuberculosis pulmonar
mediante la abreugrafía, por la bacteriología con
la “localización de casos” a través de la bacilos-
copia de la expectoración de los “sintomáticos
respiratorios” consultantes espontáneos de los
servicios de salud de todo el país. Es así como el
Dr. Luis Herrera Malmsten desde el Instituto de
Salud Pública creó una Red Nacional de Labo-
ratorios de Bacteriología de la Tuberculosis que
ha dado un sólido respaldo a los programas de
diagnóstico y tratamiento
5
.
3. La tuberculosis en la era del PROCET
Un avance fundamental en la concepción del
programa fue la iniciativa del Dr. Manuel Zúñiga,
jefe del Programa de Control de la Tuberculosis
(PCT) de la época, de fijar plazos concretos para
la eliminación de la tuberculosis como problema
de salud pública en Chile, creando el concepto
de Programa de Control y Eliminación de la Tu-
berculosis (PROCET) y fijando una incidencia de
5 casos por 100.000 habitantes como meta para
el año 2020
6
. Aunque de los plazos intermedios,
sólo se cumplió el primero el año 2000, cuando
la incidencia de la tuberculosis en todas sus for-
mas estuvo por debajo de 20/100.000, el objetivo
T. Herrera M. y V. Farga C.
Rev Chil Enferm Respir 2015; 31: 227-231