Nutrición
Luego de 55 años descubren nueva vitamina
Desde que la primera vitamina (hoy llamada vitamina B1) fue descubierta en 1910 por el Dr U. Suzuki, trece substancias han sido reconocidas como vitaminas, siendo la última la vitamina B12 encontrada en 1948.
Sin embargo, hoy parecieran haber importantes novedades respecto del tema, ya que la PQQ - molécula descubierta en 1979 en una bacteria - posteriormente ha sido identificada en numerosos alimentos comunes y relacionada con importantes procesos de oxido-reducción de nicotinamidas y flavinas.
Debido a que su ausencia en ratones mostraba anomalías tales como bajo crecimiento, piel quebradiza y problemas de reproducción, la PQQ era considerada candidata a ser una nueva vitamina. Pero el problema era que se desconocía qué reacción era catalizada por la PQQ y con qué enzima estaba relacionada, lo que impedía que formara parte de tan selecto grupo de moléculas orgánicas.
Recientemente un grupo de científicos del Instituto de Ciencias del Cerebro en Riken, Japón, determinó que la deshidrogenasa del semialdehído aminoadípico (AAS) era la enzima relacionada con la PQQ.
Este hallazgo fue posible mediante análisis molecular de la estructura primaria de una proteína clonada que contenía a la AAS. Se descubrió que la proteína poseía varios sitios de unión específicos para la PQQ. Se comprobó en el ratón que algunas deshidrogenasas eran PQQ dependientes, y dentro de estas la deshidrogenasa del AAS.
Estudios posteriores demostraron que el gen que codifica para la deshidrogenasa de la AAS está ampliamente distribuido en los seres vivos, especialmente en mamíferos y felizmente también en el ser humano.
Por las características de hidrosolubilidad de la PQQ los autores postulan que debería pertenecer al complejo B, y su nombre debiera seguir la misma lógica de las denominadas hasta hoy.
La PQQ se encuentra presente tanto en vegetales como en animales, y alcanza cantidades apreciables en la soya, zanahorias, espinacas, papayas, kiwi, huevo e incluso el whiskey.
Fuente bibliográfica
Nature 2003; 422:832