Salud pública
La actividad física protege la función cognitiva de las mujeres
Un segmento cada vez mayor de la población pronto serán adultos mayores de 65 años, grupo de alto riesgo para desarrollar demencia. Los esfuerzos para reducir la enfermedad pueden ser más acertados durante las primeras etapas de desarrollo; sutiles declinaciones de la función cognoscitiva predicen la demencia años más tarde pudiendo ser considerados marcadores preclínicos de la enfermedad. Así, la investigación sobre los factores de riesgo para el desempeño cognitivo disminuido en adultos mayores es de importancia crítica para la salud pública. Estudios en animales y seres humanos, incluyendo ensayos clínicos de escala reducida, sugieren que la actividad física puede disminuir el riesgo de una pobre cognición y de una declinación cognoscitiva temprana, sin embargo, la mayoría posee resultados y conclusiones limitadas. La más importante, la intensidad de la actividad requerida para preservar la función sigue siendo confusa. El caminar es una de las acciones más comunes y más practicadas por los ancianos. Así y todo, un sólo estudio ha explorado anticipadamente las potenciales ventajas del caminar en la función cognitiva, y en éste la actividad física fue determinada solamente en un punto en el tiempo.
En un estudio coordinado por la Dra. Jennifer Weuve (Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard, Boston, Estados Unidos) se examinó el efecto de la actividad física, incluyendo caminar, sobre la función cognoscitiva dentro de una cohorte de 18.766 mujeres entre 70 y 81 años. Ellas reportaron la participación en actividades a través de cuestionarios bienales que comenzaron en 1986. Se hicieron entrevistas telefónicas y se analizaron pruebas de cognición general, memoria, fluidez y atención.
Según los resultados, niveles más altos de actividad estuvieron asociados a un mejor desempeño cognoscitivo. En la evaluación global que combinó resultados de 6 pruebas, las mujeres del segundo quintil de gasto energético anotaron un promedio de 0.06, 0.06, 0.09 y 0.10 unidades estándar más alto que mujeres del quintil más bajo (P para tendencia < 0.001). Comparado con mujeres con menor actividad física, se encontró un riesgo 20% más bajo de debilitación cognitiva en las del quintil más alto. En las que caminaban por lo menos 1.5 h/semana, los promedios globales fueron de 0.06 a 0.07 unidades superiores comparado con caminar menos de 40 minutos por semana (P < = 0.003). También se observó menor declinación en mujeres más activas, especialmente en los 2 quintiles más altos. Las mujeres de los quintiles cuarto y quinto tuvieron mejores cambios promedios que las del quintil más bajo: 0.04 (IC del 95%, 0.02-0.10) y 0.06 (IC del 95%, 0.02-0.11) unidades estándar.
En conclusión, la práctica regular de actividad física a largo plazo, incluyendo caminar, se asocia a una función cognoscitiva considerablemente mejor en mujeres mayores.
Fuente bibliográfica
JAMA. 2004; 292(12):1454-61