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03 Octubre 2005

Ginecología

Ciclo menstrual aumenta requisitos de analgésicos y antieméticos en el post-operatorio

Las fases foliculares y lúteas del ciclo menstrual son fuertes predictores de náuseas y vómitos post-operatorios. En especial, en la lútea se incrementan los consumos de analgésicos y antieméticos.

Varios estudios han sugerido que el ciclo menstrual tiene un impacto en la incidencia de náuseas y en los vómitos post-operatorios, siendo un problema común. La frecuencia de estos efectos es dos a tres veces más alta en mujeres que en hombres. Estas variaciones han sido atribuidas a las fluctuaciones hormonales propias del ciclo femenino. Aún así, ningún estudio ha evaluado el efecto de la fase menstrual en la frecuencia de la agitación postoperatoria y de los requerimientos de analgésicos y antieméticos. Investigadores turcos (Facultad de Medicina, Universidad de Ondokuzmayis, en Samsun), intentaron determinar la relación entre el ciclo menstrual, las náuseas y vómitos post-operatorios, la agitación y la necesidad de medicamentos.

En base a las diferentes fases menstruales, 67 mujeres se alistaron en un estudio doble ciego y prospectivo. La anestesia fue estandardizada y el fentanil fue dado a los pacientes que tenían dolor severo. A pacientes que tenían agitación se les administró midazolam. Cuando la intensidad del dolor llegaba a 5 en la escala análoga visual, el metamizol era administrado en el Departamento de Ginecología. Un anestesista registró los episodios de náuseas y vómitos durante la cirugía, 2 y 24 horas después.

Según los resultados, los requisitos de opiáceos y la frecuencia de agitación fueron similares en cada grupo. El consumo de metamizol fue más alto en la fase lútea (p < 0.05). Las fases foliculares y lúteas fueron predictores de vómitos durante la recuperación (p < 0.05 y p < 0.001, respectivamente). A la segunda hora postoperatoria, las náuseas fueron mayores en la fase folicular que en las otras fases (p < 0.05) y la fase lútea se comportó como un predictor para las arcadas (p < 0.001). Veinticuatro horas después de la cirugía, la náusea fue un síntoma común en la fase lútea (p < 0.05). La necesidad de ondansetron fue la más alta en la fase lútea (p < 0.01).

En conclusión, los autores sugieren que el programar todos los procedimientos quirúrgicos según el ciclo menstrual pueda servir para reducir la incidencia de los costes por náusea postoperatoria y vómitos, y el consumo en hospitales de ciertos medicamentos.

Fuente bibliográfica

Gynecol Obstet Invest. 2005; 59(1):49-53

Ciencia y Medicina

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