Neurología
Alteraciones del sueño son frecuentes en la epilepsia refractaria
La proporción de pacientes con alteraciones del sueño es superior en la epilepsia focal refractaria en comparación a la epilepsia parcial no refractaria, y estas alteraciones afectan significativamente la calidad de vida.
Cerca del año 400 a. de C., Hipócrates y Aristóteles ya describieron la asociación entre epilepsia y sueño. Más recientemente, a finales del siglo XVIII, esta relación fue documentada por varios autores, quienes observaron que hasta un 45% de los pacientes con crisis tonicoclónicas tenían crisis nocturnas y, en el 15% de los casos, estas crisis ocurrían solamente en el sueño nocturno. La relación entre epilepsia y sueño es bidireccional, y sus interrelaciones, complejas.
Irene García-Morales y colaboradores (Unidad de Epilepsia del Servicio de Neurología del Hospital Universitario Clínico San Carlos, Madrid, España), evaluaron la prevalencia de las alteraciones del sueño en pacientes con epilepsia focal refractaria y no refractaria y exploraron la influencia de estas alteraciones en la calidad de vida, mediante un estudio epidemiológico, controlado, transversal, realizado en 150 consultas ambulatorias de neurología. Se reclutaron individuos que habían sido tratados con dos fármacos antiepilépticos desde el inicio de la enfermedad (18-55 años).
Se incluyeron 237 pacientes con epilepsia focal no refractaria y 264 con epilepsia focal refractaria. El 22% del grupo con epilepsia no refractaria y el 45% del grupo con epilepsia refractaria (p < 0,0001) padecían alguna alteración del sueño. Los individuos con epilepsia refractaria tenían peor calidad de vida (p < 0,001) medida con el cuestionario de calidad de vida QOLIE-10. Se observó una correlación positiva y significativa entre la calidad de vida y la calidad del sueño, tanto en el insomnio crónico (r = 0,65; p < 0,0001) como en la somnolencia excesiva diurna (r = 0,43; p < 0,0001).
En conclusión, las alteraciones del sueño son más frecuentes en la epilepsia refractaria que en la no refractaria, y afectan a la calidad de vida de los pacientes.
