Odontología
Dosis altas de atorvastatina reducen la inflamación periodontal
El impacto fue mayor en los individuos con signos de periodontitis activa, y se hizo evidente después de un período de tratamiento de 4 semanas. Asimismo, se observó una estrecha relación entre la reducción de la inflamación periodontal y la aterosclerosis.
La enfermedad periodontal (EP) es un factor de riesgo independiente para la aterosclerosis. Se han propuesto múltiples mecanismos patogénicos que enlazarían a la condición odontológica con la enfermedad cardiovascular. De manera importante, la inflamación periodontal local, mediante la liberación de citocinas proinflamatorias, conduce a un aumento de la inflamación sistémica, medida por PCR, TNF-a, IL-6 y otros biomarcadores.
Sharath Subramanian y colaboradores (Hospital General de Massachusetts y Escuela de Medicina de Harvard, en Boston, Estados Unidos), evaluaron si el tratamiento con altas dosis de estatinas reduciría la inflamación periodontal, según análisis de tomografía por emisión de positrones con fluorodesoxiglucosa-tomografía computarizada, FDG-PET/CT. Ochenta y tres adultos con factores de riesgo o con aterosclerosis establecida, que no estaban tomando elevadas concentraciones del fármaco, fueron aleatorizados a atorvastatina 80 mg versus 10 mg en un ensayo multicéntrico y doble ciego. Los sujetos se evaluaron mediante FDG-PET/CT al inicio, y a las 4 y 12 semanas. Se registraron la actividad del trazador arterial y periodontal, las características clínicas y la secuencia temporal, además de la pérdida de hueso periodontal (índice de severidad de la EP).
Setenta y un pacientes completaron el estudio y 59 proporcionaron imágenes periodontales para el análisis. Al inicio del estudio, las áreas de enfermedad periodontal grave tuvieron mayor relación objetivo-fondo (TBR) en comparación con las zonas sin EP severa (media TBR [IC del 95 %] = 3,83 [3,36, 4,30] frente a 3,18 [2,91, 3,44], p = 0,004). Después de 12 semanas, se observó una reducción significativa en la inflamación periodontal en pacientes aleatorizados a atorvastatina 80 mg versus 10 (ΔTBR media [IC del 95], 80 mg frente a 10 mg de grupo = -0,43 [-0,83, -0,02], p = 0,04). Las diferencias entre grupos fueron mayores en los pacientes con más inflamación periodontal (-0,74 [-1,29, -0,19], p = 0,01) y en personas con pérdida ósea severa (-0,61 [-1,16, -0,054], p = 0,0). Por otra parte, los cambios en la inflamación periodontal se correlacionaron con cambios en la inflamación de la carótida (R = 0,61, p < 0,001).
En conclusión, la atorvastatina a dosis altas controla la inflamación periodontal, realzando un efecto reconocido recientemente de estos medicamentos. Teniendo en cuenta los cambios concomitantes observados en la inflamación periodontal y arterial, los datos plantean la posibilidad que parte de ese beneficio sobre la aterosclerosis se refiera a la reducción de la inflamación extra-arterial, por ejemplo, periodontitis.
