Psiquiatría
Evaluar actividad cerebral permite seleccionar el tratamiento antidepresivo
Entre las 6 regiones corticales y límbicas identificadas, el metabolismo de la ínsula anterior discriminó de mejor forma el resultado de la terapia, por ejemplo, el hipometabolismo insular se asoció con la remisión bajo terapia cognitivo-conductual y una mala respuesta al escitalopram, y por otro lado, el hipermetabolismo se ligó a una mejora gracias al escitalopram y mala respuesta a la terapia cognitivo-conductual.
En la actualidad, menos del 40% de los pacientes tratados para el trastorno depresivo mayor logra la cura con el tratamiento inicial. La identificación de un marcador biológico podría mejorar estas posibilidades y tener un significativo impacto sobre la salud y el gasto económico.
Con el objetivo de identificar un candidato tipo neuroimagen como "biomarcador de tratamiento específico" capaz de predecir el resultado diferencial de la medicación o de la psicoterapia, Callie L. McGrath y colegas de la Universidad de Emory, en Atlanta, Estados Unidos, realizaron un ensayo que consideró el metabolismo de la glucosa cerebral medido con tomografía por emisión de positrones. Aquellos pacientes que no remitieron al término de la fase 1 de tratamiento se les ofreció seguir en la fase 2, que comprendía un período adicional de 12 semanas con escitalopram y terapia cognitivo-conductual. Se consideraron hombres y mujeres de 18 a 60 años con trastorno depresivo mayor no tratado, quienes se asignaron a 12 semanas de tratamiento con escitalopram (10-20 mg/d) o 16 sesiones de terapia cognitivo-conductual. El principal objetivo medido fue la remisión, definida según la escala de valoración de Hamilton para la evaluación de la depresión de 17 ítems.
Se identificaron factores predictivos positivos y negativos de remisión con un análisis de la varianza de tratamiento (escitalopram o terapia cognitivo-conductual) como resultado (remisión o no respuesta). De 65 pacientes que completaron el protocolo, 38 con resultados claros e imágenes de tomografía por emisión de positrones fueron incluidos en el análisis primario: 12 se remitieron a la terapia cognitivo-conductual, 11 a escitalopram, 9 pacientes que no respondieron se asignaron a terapia cognitivo-conductual y 6 a escitalopram. Se identificaron seis regiones límbicas y corticales, la ínsula anterior derecha representó las propiedades discriminantes más sólidas entre los grupos (tamaño del efecto = 1,43). El hipometabolismo de la ínsula (en relación a la media de todo el cerebro) se asoció con la remisión bajo la terapia cognitivo-conductual y una mala respuesta a escitalopram, al tiempo que el hipermetabolismo insular se relacionó con la remisión por escitalopram y mala respuesta a la terapia cognitivo-conductual.
En conclusión, el tratamiento basado en el metabolismo de la ínsula definido en este estudio como marcador específico proporciona el primer objetivo para orientar la selección del tratamiento para la depresión.
