Salud Pública
Las fibras disminuyen el peligro de enfermedad cardiovascular
Esta revisión sistemática y meta-análisis sugieren que una elevada ingesta de fibra dietética total, de fibra insoluble, fibra de cereales o de fuentes vegetales, está asociada a un menor riesgo de enfermedad cardiovascular y enfermedad cardíaca coronaria.
En los últimos años, se ha observado una disminución en la incidencia de enfermedad cardiovascular (ECV) y enfermedad cardíaca coronaria (ECC) en algunos países europeos y también en los Estados Unidos. Si bien las tasas de ECV alcanzaron su punto máximo en muchos países desarrollados y la mortalidad por esta condición está disminuyendo, todavía representa casi la mitad (48%) de todas las muertes en Europa y un tercio (32,8%) en los Estados Unidos.
Diane E. Threapleton y colaboradores (Universidad de Leeds, Reino Unido) investigaron la ingesta de fibra y cualquier potencial asociación dosis-respuesta con la enfermedad cardíaca coronaria y enfermedad cardiovascular. Los autores llevaron a cabo una revisión sistemática de la literatura disponible mediante búsquedas en The Cochrane Library, Medline, Embase, CAB Abstracts, ISI Web of Science y BIOSIS. Se consideraron todos los estudios prospectivos de asociaciones entre el consumo de fibra y la enfermedad coronaria o enfermedad cardiovascular, con un seguimiento mínimo de tres años y publicados en inglés entre el 1 de enero de 1990 y 6 de agosto 2013.
22 publicaciones cumplieron los criterios de inclusión e informaron de la ingesta total de fibras, de subtipos de fibra o de fuentes de alimentos y de los principales eventos de enfermedad cardiovascular o enfermedad cardíaca coronaria. El consumo total de fibras en la dieta se ligó inversamente al peligro de enfermedad cardiovascular (riesgo 0,91 por 7 g/día (intervalo de confianza del 95%: 0,88 a 0,94)) y de enfermedad coronaria (0,91 (0,87 a 0,94)). No se observó alguna heterogeneidad entre los estudios combinados para la enfermedad cardiovascular (I2) = 45% (0% a 74%)) y enfermedad cardíaca coronaria (I2) = 33% (0% a 66%)). La fibra insoluble y la de cereales y vegetales se vincularon inversamente con el peligro de enfermedad coronaria y enfermedad cardiovascular. El consumo de fruta se asoció inversamente con la presencia de enfermedad cardiovascular.
Finalmente, un mayor consumo de fibra dietética se relaciona con un riesgo menor de enfermedades cardiovasculares y cardíacas coronarias. Los resultados están en línea con las recomendaciones generales para aumentar la ingesta de fibras. Las diferencias de asociación por tipo de fibra o fuente ponen de relieve la necesidad de una mejor comprensión del modo de acción de los componentes de la fibra.
